Quedó al descubierto la evidente corrupción que practican dentro del gobierno que encabeza la supuesta lucha contra de la corrupción. El doctor Jaime Cárdenas, renunció al cargo de Director del “Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado”, representa un descarado nido de corrupción. Jaime expresó en entrevista, que su lealtad no era “ciega”, es “lealtad reflexiva”. El lunes presentó denuncia escrita al Presidente de la República; para el martes López Obrador, calificó a Jaime, de flojo; no había leído las causas de la renuncia; para el miércoles, ya enterado, López descalificó a Cárdenas, afirmando que lo había nombrado en ese lugar para combatir la corrupción. Sin pies ni cabeza las respuestas del Presidente. Pretendió justificar la descarada corrupción que practican en el Instituto, aprovechan los miles de millones de pesos que arbitrariamente administran, producto de los bienes y dinero que les arroja la Ley de Extinción de Dominio. Los servidores públicos institucionalizaron la corrupción. Diría López: son aportaciones del pueblo; para deslindarse de la corrupción del pasado.
Obligado a defenderse, aunque no se atrevió a decir que López, es quien preside la corrupción, él encabeza el “gabinete social”. Cárdenas advirtió que había hecho del conocimiento del Presidente la rapiña que ahí se da, pero nada hizo. La Secretaria de la Función Pública, coparticipe, coludida, no ha iniciado juicio de responsabilidad alguno. Razones que llevaron al Doctor a presentar denuncia a la Fiscalía General, e inicie las investigaciones de rigor. No fue ciego, sí reflexivo, de ahí la huida. No sin antes acusar los latrocinios en el Instituto.
Andrés Manuel afirmó que Cárdenas “no quiso entrarle a la limpia contra la corrupción, sea por falta de ganas o miedo; es que está de buen tamaño el animal; es la lucha de David contra Goliat” ¿Cómo entrarle a la lucha si el Presidente encabeza la corrupción? Lo llamó rigorista por querer hacer todo conforme a Derecho, obliga su formación profesional; contrario a la costumbre de López Obrador, quien suele desconocer el Derecho, por eso llamó al gobierno “elefante reumático”. López se resiste a respetar el marco jurídico.
