Algo extraño sucede en la UAQ, pues el rector actúa de manera poco tradicional. Su último informe de actividades, que más bien pareció el inicio de su campaña política, lo realizó en Plaza de Armas, con una marcha previa que mostró una actitud desafiante al gobierno del estado, y en particular a Francisco Domínguez, sacando a relucir nuevamente el tema del presupuesto que según la UAQ no les ha sido entregado en los porcentajes prometidos.

Parece que Gilberto Herrera administra este tema de acuerdo con la conveniencia, no de la universidad, sino más bien de algún tipo de proyecto personal. Se menciona que el rector podría  estar ligado con algún partido y si no lo está, podrá estarlo en un futuro cercano.

Tradicionalmente Querétaro es bipartidista, los gobiernos han estado repartidos entre el PRI y el PAN, esos fueron los caminos  para llegar a ser diputado federal, senador o  presidente municipal, pero ahora para 2018, las cosas pueden cambiar, puesto que con el gobierno del estado en poder del blanquiazul, el tricolor está muy dividido y no cuenta con la fuerza necesaria para ser un oponente fuerte en ese año. Se estima que el PRI cuenta con sólo  16% de las preferencias, Morena  9% y  tomando en cuenta que la elección presidencial influenciará mucho el resultado local, el partido de Andrés Manuel López Obrador  aspira a crecer fuertemente en Querétaro y con candidatos “conocidos” como el rector, podría buscar ser la segunda fuerza  y en la elección del Senado  lograr un escaño como primera minoría, una buena opción para Morena, lo que dependerá de lo que haga o deje de hacer  el PRI.

Algo que causa mucha confusión es la advertencia que hizo el rector, de que si le cumple a la UAQ el gobierno de Francisco Domínguez, él firma ante notario una declaración de que no buscará un puesto de elección en 2018, o sea, lo plantea  como extorsión o está tratando de justificar el por qué se lanzará a una candidatura. Todo esto aunque los representantes de la universidad hayan dejado plantado al equipo de Finanzas del gobierno del estado para aclarar esas famosas diferencias en el tema presupuestal. Tal parece que a Herrera le conviene más hacerse el mártir que buscar solucionar el problema.

Lo que se vio fuera de lugar es la presencia de algunos políticos en la marcha, acercándose a los medios a ver si los entrevistaban; ahí estaban Carlos Lázaro Sánchez, del PRD, y del PRI Héctor Magaña y Francisco Alcocer Chicovel, todos quieren salir en la foto. Además de los que sí fueron invitados especiales como el edil de El Marqués, Mario Calzada, o Carlos Peñafiel, líder de Morena.

Ya que hablábamos de Andrés Manuel López Obrador. El eterno candidato presidencial, ahora por Morena, tomó una actitud muy cuestionable, a raíz de la acción de los marinos en Nayarit que terminó con la caída del H2. En mi opinión, al referirse a esa acción como una masacre, haciendo víctimas a los detenidos, algo que ha sido tomado muy mal por muchos sectores de la sociedad, tiene que ver con su clásica posición de estar en contra de todo, y que históricamente ha alejado a buena parte de la población de su campaña. Había venido creciendo al mantener una prudencia en su decir, y hasta hizo a creer a muchos que ya había “madurado” políticamente, pero ahora con esto, muestra que eso no era cierto, que sigue siendo el mismo. AMLO se defiende más sin hablar.

Lo que está muy candente es la definición del candidato del PAN a gobernador en el Estado de México. Aunque todo parece indicar que será Josefina Vázquez Mota, hay varios panistas mexiquenses que también se han inscrito, pero existe la duda de que si todos se alinearán si no son los escogidos. Se habla, particularmente, del ex presidente municipal de Tlalnepantla Ulises Ramírez, quien, algunos creen, de plano podría apoyar a otro candidato. Este es el costo de la democracia y de que la militancia partidista es al 100% si soy el beneficiado, si no, entonces quien sabe.

Se anunció la disminución de 2 centavos en el precio de la gasolina. Esto se supone que obedece a aspectos técnicos, la disminución del precio del dólar y el no incremento en el precio del petróleo, aunque también el aspecto político pudo haber jugado un papel muy importante, con elecciones cercanas, pues el PRI no puede seguir pagando este tipo de deudas sociales que no tiene con que cubrir y puede llevarlo a una derrota en 2018. Hay mucho que perder o ganar, con lo que suceda en el Estado de México, Coahuila y Nayarit no sólo estarán en juego los puestos locales, también el futuro de Ricardo Anaya y del tricolor en general, por eso tratarán de echarle toda la carne al asador y quitar todo lo que pueda restarles votos. Las justificaciones técnicas que tanto defendieron, ahora ya son secundarias.

Google News