Otra jornada doble ha programado la Liga MX para esta semana y Gallos no la tendrá fácil, pues por principio esta noche visitará al alicaído América al que le urge ganar para que Santiago Solari “salve el pellejo”, y el sábado recibirá al Atlas, que acaba de perder su aureola de invicto ante Xolos.

Es decir, para nada serán rivales a modo para los pupilos de Hernán Cristante, que dicho sea de paso, no ha perdido como técnico gallo y a punto estuvo de conseguir su segunda victoria, pero un parpadeo defensivo en tiempo de compensación, ocasionó la igualada (1-1) ante su antiguo equipo, el Toluca.

Hoy, con los tres duelos sin perder bajo el mando del argentino, Gallos se coló al sitio 11, en zona de repesca con siete unidades, después de tanto sufrir entre sotaneros.

El equipo se ve diferente, y no porque Hernán haya llegado con varita mágica, simplemente con trabajo físico, técnico y mental, busca devolverles su identidad futbolística a través de algo fundamentalmente básico, la confianza en sí mismos, porque talento y calidad los tienen, además de su compromiso profesional.

Eso lo estaban perdiendo con Leo Ramos, y no es que los jugadores le hayan tendido la cama, sino que se notaba a leguas que de un partido a otro la bipolaridad en su funcionamiento afloraba a más no poder, reflejándose en distracciones, precipitaciones, yerros y más yerros, pero sobre todo falta de capacidad para manejar una ventaja o los partidos en sí.

Ahora lo que buscará o debe buscar el equipo es romper con esa larguísima racha de dos años sin ganar fuera de su gallinero (su último triunfo fue el 20 de febrero ante Necaxa en 2019, 3-2).

Ante América hoy por la noche en el Azteca, no se ve sencillo que lo logren, menos cuando los capitalinos están súper obligados a salir de esa mediocridad en la que han caído y porque además su técnico, el también argentino Santiago Solari, ya sabe que si pierde, su directiva le dará las gracias.

Y para el sábado, vienen los rojinegros, tampoco rival a modo, al contrario, los tapatíos pegan donde sea y si a Gallos los tiene medidos, todo puede pasar.

Serán dos choques atractivos para la afición queretana, el primero de mucho morbo por lo que se juega Solari y el segundo porque hay que seguirle abollando la corona al campeón... ¿O no se puede? Hasta la Próxima.

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