En estos días se ha estado celebrando en Querétaro otra edición del prestigioso festival británico de literatura, periodismo, cine, música y arte llamado Hay Festival. Desde su origen en Gales, este festival ha buscado ofrecer al mundo una mirada diferente de la literatura; sin embargo, al paso del tiempo, se ha diversificado hasta llegar a lo que es hoy en día. ¿Qué beneficios trae a nuestra entidad y a México este evento?

Desde 1988 se ha celebrado el Hay Festival y desde entonces ha crecido en espectadores. A partir de 1996 comenzó a organizarse en otros espacios fuera de Gales, entre ellos Colombia, España, Croacia, Italia, Perú, Brasil y México. En Querétaro, el Hay Festival ha cumplido un lustro celebrándose en las calles del Centro Histórico, situación que desafortunadamente por las condiciones sanitarias en las que se encuentra el país y el mundo, esta ocasión no se ha podido replicar, pero se ha conducido en formato virtual.

A decir verdad, este cambio impacta mucho en la magia y la experiencia que ofrece el Hay Festival. Ver, escuchar, apreciar, aprender y conocer en vivo a la serie de figuras internacionales que participan en el evento es algo que simplemente va más allá de las palabras. También los recintos en donde se celebran las conversaciones, muchos de ellos, museos y galerías, aportan maravillosamente para que el festival ofrezca un entorno cultural que permite que la transferencia de palabras adquiera un significado mayor y más profundo.

Con sus eventos de la más alta categoría, el festival reúne a varias decenas de personajes internacionales y domésticos que nos brindan pinceladas de diversos temas. Ahora va en el quinto día, de seis, y nos han ofrecido brillantes pláticas en formato virtual, como la conversación entre Javier Solórzano y Paul Krugman, Premio Nobel de Economía, o la de Lydia Cacho y Malala Yousafzai, Premio Nobel de la Paz, o la de José Luis Aragón, Clara Grima y Carlo Daniel Aguilar, o la de Irasema Fernández, entre otras. También acaparan la atención los varios eventos de lectura y diálogo en torno a la literatura, parte central del festival.

Aún queda tiempo para disfrutar de este magno evento literario y cultural que ha marcado ya a Querétaro desde hace años. Algunos eventos recomendables para hoy y mañana pueden ser las charlas de “Las cuevas de Chiribiquete” entre Carlos Castaño-Uribe y Fiorella Fenoglio, o “La salud del planeta y la reducción de la biodiversidad”, o “Elecciones 2020. El poder del español en la era de Trump”, o la de Javier Moreno, director de El País, y Michelle Bachelet, exmandataria de Chile, entre otras. Sin duda es una inmejorable oportunidad para conocer perspectivas en una variedad de temas que son relevantes para nuestra sociedad.

El papel que juega el Hay Festival es imprescindible y es crucial que este tipo de eventos se desarrollen en México, y qué mejor que en Querétaro. El algo tan relevante como lo es la cultura no se debe escatimar y, en cambio, hay que acrecentarla y hacerla cada vez más accesible a la población. Uno de los motores de toda sociedad es la cultura y la educación, que siempre van de la mano. Ellas permiten crear las condiciones para el diseño de una sociedad más respetuosa, consciente y coherente, además de ser las bases de la movilidad social que permite mejorar las condiciones en las que se vive.

El esfuerzo que se deposita colectivamente para traer a Querétaro este tipo de eventos debe ser apreciado y debe incentivar a que se normalicen eventos culturales en nuestra ciudad. Más conversaciones, más diálogos, más pláticas, más literatura, más arte, más música, más teatro, más ciencia, más análisis político es algo que permite abrir nuestras miradas y desarrollar sociedades, y lo que brinda el Hay Festival es justamente eso. Por ello, no deja de ser uno de los mejores eventos culturales en el mundo.

niels.rosas@gmail.com
@NielsRosasV (Twitter)

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