Este 22 de julio los diputados designarán en sesión extraordinaria a cuatro nuevos consejeros del INE. Deberán ser electos por mayoría calificada y permanecerán en sus cargos hasta abril de 2029. Tendrán la responsabilidad de organizar los comicios de 2021, 2024 y 2027. Nada menos.

En este contexto, preocupan los señalamientos que ha hecho recientemente el presidente Andrés Manuel López Obrador con relación al Instituto Nacional Electoral. Ha dicho que hay una mala experiencia en su integración, que no ha estado a la altura de las circunstancias, que no ha permitido que los ciudadanos elijan a sus autoridades y que entre sus integrantes hay “gente inmoral que ha avalado fraudes electorales”. Más de una vez ha asegurado incluso que él será el guardián de las elecciones.

Esto ha generado reacciones entre quienes forman o han formado parte del INE. El consejero Ciro Murayama me dijo en entrevista que el instituto es fruto de una construcción de muchas generaciones de mexicanos y compartió un dato contundente: en tres de cuatro elecciones presidenciales ha habido alternancia; en las gubernaturas, dos de cada tres las ganan candidatos de oposición. “Eso solo se logra si en una elección se vota con libertad y en secreto. México ya lo consiguió. Eso es lo que llevó a este gobierno a ser gobierno.” Agregó que México tiene un marco constitucional y legal para respetar al sufragio. Dijo que sería muy lamentable que hubiera una imposición unilateral de los nuevos consejeros. Señaló como ideal que exista una designación de los mejores perfiles, en la que haya consenso, para tener un árbitro imparcial en el que todos confíen.

Las descalificaciones no son algo nuevo. Luis Carlos Ugalde, quien fue consejero presidente del IFE entre 2003 y 2007, recordó que son ya muchos años acusando al árbitro electoral de fraude. Añadió que es peligroso dividir en bandos a los ciudadanos. “Eso me parece muy riesgoso porque las elecciones no son un pleito, son una oportunidad para que la gente exprese su punto de vista”.

El actual consejero presidente, Lorenzo Córdova, ha insistido en que el organismo no está ni a favor ni en contra de algún partido o actor político. No se ha cansado de defender la imparcialidad del INE. Y es que la democracia en México es impensable sin un órgano electoral fuerte y autónomo. Es tarea de todos cuidarlo.

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