Una de las maravillas que nuestra ciudad posee desde sus inicios como tal, son las expresiones de arte barroco que algunos sus templos conservan como testimonio del paso del tiempo y para quienes hemos tenido la suerte de nacer o vivir en ella desde la infancia, nos brindan la posibilidad de construir recuerdos imborrables que nos acompañan a lo largo de nuestra vida. Particularmente me correspondió la cercanía del ex convento de Santa Clara, ahí acudíamos los domingos a misa y donde los retablos, ataviados con sus relieves dorados y su cúmulo de personajes, me invitaban a recorrerlos esperando que alguna figura  realizara un gesto o se moviera, pero en realidad fue un proceso de aprendizaje sobre la contemplación.

Estoy cierto que para muchas generaciones, a lo largo de más de cuatro siglos, estos rincones de la ciudad los cautivaron como lo hacen hoy día con quienes se regalan el tiempo de visitarlos para orar y contemplar la belleza de imágenes como la que nos brinda esta fotografía que muestra una probadita de ese arte que aún se conserva, dándole un mayor valor al patrimonio que ya pertenece a la humanidad desde finales del siglo pasado, en este Querétaro nuevo que deseamos conservar.


Twitter: @GerardoProal

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