El pasado 27 de julio, la Secretaría de Energía (SENER) publicó una directriz de política energética con el título “Directriz de Emergencia para el bienestar del Consumidor de Gas Licuado de Petróleo” con el fin de instruir a la Comisión Reguladora de Energía (CRE) para que elaborara una metodología que permitiera poner un tope al aumento desmedido y desproporcionado a los precios del gas LP, por parte de un grupo de empresas distribuidoras de dicho gas.

Efectivamente, en 2015 el precio de un cilindro de 20 kilos era de 290 pesos. Para febrero de 2017, el mismo cilindro ya había aumentado a 324 pesos, y para junio de 2021, su costo era ya de 506 pesos, un aumento, en 4 años y medio, de 182 pesos, sin que haya habido un incremento desmedido en los precios internacionales del gas.

La situación es relevante, pues el gas LP es un energético de amplio consumo en los hogares de México y el mundo. Se usa para el cocinado de alimentos, para tener agua caliente en los baños y para tener calefacción, entre otros usos.

Es natural que las empresas tengan ganancias por los productos o los servicios que ofrecen y uno de los indicadores más importantes en una empresa es su tasa de ganancia con respecto a sus ingresos. Esta tasa de ganancia es simplemente la diferencia entre los ingresos y los egresos totales (en donde ya van incluidos todos los costos).

Cualquiera de nosotros puede revisar la clasificación de las 500 empresas globales más importantes del mundo que año con año publica la revista Fortune. Uno de los datos que ofrece es precisamente la tasa de ganancia con respecto a los ingresos. El año pasado, la empresa con la mayor tasa de ganancia fue la petrolera árabe Saudi Aramco, con una tasa de ganancia del 26.7 por ciento.

En cambio, en México, el margen comercial de las empresas privadas de gas LP casi se triplicó a partir de la liberalización de su precio. En enero de 2017 ese margen era de solo 5.8 pesos por kilogramo mientras que en junio de 2021 es de 15 pesos por kilogramo, casi tres veces más, un margen de ganancia de casi el 260 por ciento.

Esta tasa de ganancia, desmedida, es lo que está tratando de controlar el gobierno de la 4T, mediante cambios en la regulación, así como con la entrada en vigor de gas “Bienestar” con el fin de reducir la carga a las familias mexicanas por el uso de tan importante combustible.   
Presidente del Consejo Estatal de Morena

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