No sólo visitar al América ya significaba un hándicap en contra, sino también el largo descanso que tuvieron de casi tres semanas, que podría hacerles perder el ritmo, pero vaya sorpresa. Gallos Blancos supo plantarse bien y quitarle de la bolsa el triunfo a los capitalinos, regresando a casa con un empate, que les permitió subir a 18 puntos.

Ahora son terceros de la clasificación, detrás de Santos Laguna, que llegó a 20, y León que tiene los mismos 18, pero lo importante es que siguen pegados a los punteros, con ganas de meterse a la Liguilla, y a la vez olvidarse un poco del tema de la tabla de cocientes.

Esa igualada en el Azteca impidió, a la vez, que las Águilas los desbancaran y de paso los de Coapa alargaran su racha de partidos sin ganar, que tiene preocupado a su técnico, Miguel Piojo Herrera, pues el equipo continúa bajando posiciones y ahora está en quinto y amenazado ya por Morelia, Monterrey, Tigres, Pumas y hasta por el San Luis.

Mientras que Gallos, una vez más, ha demostrado ser un equipo complicado como visitante, cosa que no pasaba en el anterior torneo, donde prácticamente era un cheque al portador.

El sumar siempre será bienvenido, pues motiva en lo individual y en lo colectivo, a seguir luchando con mejores expectativas, fortalece el ambiente interno y aclara el panorama sobre el objetivo que se busca.

Y en esto Gallos Blancos, dejó ver que el “parón” por fecha FIFA y su descanso de ley, no le afectó, pues ir a enfrentar a un urgido y peligroso América y sacarle el empate, no cualquiera.

Vendrán jornadas todavía más difíciles, incluso esta tarde-noche los emplumados serán anfitriones del duro Necaxa, que viene de ser apaleado por el León y —seguramente— con el futbol ofensivo que acostumbra su técnico Memo Vázquez, vendrán al Corregidora con una buena propuesta.

Veremos, pues, si Gallos Blancos sabrá controlar y dominar al enemigo para enseguida vencerlo y hacer valer su condición de locales para volver, aunque sea momentáneamente al liderato, independientemente de lo que hagan Santos y León en sus encuentros de esta Jornada 11.

Y como los necaxistas le pisan los talones a los queretanos, con 17 puntos, se augura un duelo de buen futbol y goles; si gana Gallos, se despega de los hidrocálidos, pero si éstos se salen con la suya, desbancarían a los de casa.

Ahora bien, Gallos sabe de antemano que la primera llave que abre la puerta a una Liguilla es ser un anfitrión casi, casi imbatible, que nadie venga y le quite puntos. Por ello, para hacer más fuerte esa posibilidad, hoy Gallos debe aprovechar que así como puede venir muy peligroso su rival, también viene desmoralizado, herido, desconfiado, porque ni tiempo ha tenido de sobreponerse a lo que le pasó contra el León.

Para completar esta cadenita de tres partidos que en una semana enfrentará Gallos, el primero fue el sábado ante América y el segundo será hoy contra el Necaxa, el tercero será todavía más complicado, ya que visitará a los Rojinegros del Atlas, que cayeron en un bache, pero no dejan de ser duros para cualquiera, más ahora que desean estar en zona de clasificación.

Ante los tapatíos, los plumíferos se enfrentan este viernes, o sea que después de medirse aquí al Necaxa, apenas tendrán tiempo para hacer algún trabajo regenerativo y enseguida viajar a la Perla de Occidente.

Como quien dice, “se les cargó la chamba”, pero sabemos bien que los jugadores son profesionales de esto y sabrán solventar lo mejor posible cada compromiso. Ya regresaron con un punto de su visita al América, ahora a ganar los tres en casa y luego por lo menos arañar otro punto en el Jalisco para mantenerse dentro de la zona de clasificación a la LÑiguilla. Hasta la próxima.

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