Una vez más la escuadra plumífera dio un partido de claroscuros, en el que tras una regular primera mitad, dejó todo en el campo de juego en la parte complementaria.

Un primer tiempo en el que rápidamente los laguneros se fueron arriba en el marcador apenas a los cuatro minutos de iniciado el encuentro, aunque se intentó reaccionar. Al 27’, Eduar Preciado marcaría el segundo en su cuenta personal; aunque con algunos chispazos, no se pudo hacer mucho hasta el descanso.

Para la segunda mitad, los emplumados saltaron a la cancha con otro “chip”, peleando cada balón con intensidad y generando acciones de peligro frente al arco rival, lo cual generó el descuento al 54’ en los botines de Bryan Olivera con un potente disparo raso desde fuera del área; cuatro minutos después, Jonathan dos Santos convertiría la igualada desde los once pasos.

Así continuó el tenor del partido, con un amplio dominio de los queretanos. Desafortunadamente cuando parecía más cercano el gol que diera el triunfo, caería el tercero y definitivo de los laguneros a través de un tiro libre de Diego Valdés que venció sin problema a Washi.

Entre aplausos de la gran afición queretana —que demostró que este día y horario es de su total preferencia— reconoció el gran esfuerzo del conjunto de Leo Ramos, que aunque vino a cambiarle la cara al equipo, desafortunadamente no le  alcanzó para si quiera tomar un puesto en la zona de reclasificación.

Hoy, ya sin posibilidades, se tendrá que trabajar fuerte en la semana, para cerrar el torneo ante Atlas. De sobra está decirlo, uno de los equipos con mayor rivalidad y que sería ideal para por fin terminar con la dolorosa sequía de casi 19 meses sin un triunfo como visitantes.

La Frase. “Obviamente están dolidos y prefiero un vestuario así, que un vestuario que no le importe nada”, Leonardo Ramos.
@jc_aranaz

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