Lamentable, patético y muy doloroso fue lo que se vivió en las tribunas y los alrededores del Estadio Corregidora el sábado pasado.

Cuando creíamos —o nos creímos— que el graderío se iba a pintar en su mayoría de azul y negro, vimos con tristeza, todo lo contrario. Como lo habían avisado hace ya algunos meses, la afición de Tigres cumplió con un viaje masivo, mismo que evidentemente se dio con facilidades de compra de boletos, que al parecer, se dieron desde Querétaro; como debe ser en cualquier estadio, y opuestamente a lo que sucede en la mayoría de las ocasiones con la afición queretana que viaja a otras plazas, se dio por parte de la seguridad pública y privada, un gran trato a los visitantes.

Desafortunadamente no sucedió lo mismo con la afición queretana en la tribuna norte, esa, que siempre ha estado apoyando en las malas, en las peores… y hasta en las buenas.

Al margen de quedar muy claro —y a título personal— el injusto e incomprensible castigo de la Liga MX, derivado únicamente de un inoperante operativo de seguridad en San Luis, la falta de respeto a los abonados es inconcebible.

Siempre respetaré a los “colegas” de medios de comunicación que cubren a Gallos Blancos. Hoy, tristemente vemos a una gran mayoría con una camiseta muy bien puesta... camiseta que no es la de la gran afición queretana.

A esa a la que tanta mierda le tiran detrás de un micrófono, delante de una cámara o escribiendo veneno en redes sociales; esa gran gente, con la que lucran que —dolorosamente en muchos casos—, es su cómplice.

Hoy, algunos tristemente, comienzan a cosechar las tempestades que han sembrado; hoy, otros se sienten cobijados bajo el manto de quienes son peores que ellos.

Más allá de citar esa frase de “Tiempo al tiempo”, el tiempo está en manos de la afición, y solamente ellos pondrán, o no, a cada quien en lugar que merece.

Y que quede muy claro: en lo absoluto es algo personal con alguien, simplemente es la triste realidad, que —conscientemente o no—, está creando un muy desafortunado ambiente de división entre los aficionados, uno que, de forma irónica, se da en el mejor torneo en fase regular del equipo plumífero.

Twitter: @jc_aranaz

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