Al estar unos días de paseo en la afamada ciudad de los vientos, Chicago, Illinois, Estados Unidos, he derribado la falsa creencia que mucho he escuchado, sobre que nuestro país vecino no tiene historia y por lo tanto carece de identidad. Para iniciar quisiera comentarles porqué es llamada así, pues erróneamente podríamos pensar que es por los cambios de clima que en realidad, no tiene. Indagando más a fondo encontramos que el sobrenombre viene de la década de los 70’s, cuando los titulares en los periódicos resaltaban “la tormenta política envuelta por los fuertes y calientes vientos de sus candidatos”.

Hay muchas más teorías, aunque la mayoría cree que es por el clima y aunque los vientos no son tan fuertes, tampoco son calientes. Lo cierto es que esta ciudad que anualmente recibe cerca de  46.3  millones de turistas tiene mucha historia e infinidad de  museos para contarla. Actualmente, dicho destino que surge del lago Michigan llama la atención por ser una de las ciudades más grandes de Estados Unidos, famosa por su arquitectura atrevida y sus enormes rascacielos como la Torre Willis (o la antigua Torre Sears), con mil 451 pies de altura y sus balcones de cristal sobresalientes con una panorámica espectacular; el Skydeck, con su atracción Tilt que inclina su pared de cristal para dar una perspectiva 360 de la ciudad,  y la  Tribune Tower de estilo neogótico. También conocida por la gran cantidad de  museos, incluido el Instituto de Arte de Chicago, el Museo de Historia, el Museo de Ciencia e Industria,  el Museo de Numismática, el Museo Field de Historia Natural, Museo de Arte Contemporáneo, el Museo de la Pizza y aunque usted no lo crea, el Museo de Arte Mexicano.

La ciudad se fundó formalmente como Chicago en el año de 1833, y estaba construida casi en su totalidad de madera de pino, acero y mampostería, incluso las calles eran de madera. Años más tarde, sufre una de las catástrofes estadounidenses más grandes del siglo XIX, “el gran incendio de Chicago”, que dejó prácticamente todo en cenizas. En aquel tiempo contaba con sólo 300 mil habitantes, la mayoría tenía como pasatiempo jugar a los dados, o lo que es conocido como craps. Los juegos eran tan populares que en muchas ocasiones se turnaban violentos, por lo que fueron prohibidos en determinados lugares y horas. El incendio fue provocado en una partida clandestina, entre un grupo de apostadores escondidos en un establo, iluminados por un farol. Un jugador llamado Louis M. Cohn derribó la lámpara, prendiendo fuego a la paja. Las llamas se propagaron de forma tan rápida, que en 48 horas se destruyeron 18 mil edificios, como consecuencia, 100 mil personas quedaron en situación de pobreza y 300 murieron. Abrumado por la culpa, Cohn difundió la historia de la vaca, comentando que el animal en el establo derribó el farol por accidente. Tiempo después, Conh, quien se convirtiera en millonario, fallece a los 89 años de edad, dejando a la Ciudad un generoso donativo y una carta póstuma de puño y letra en donde confiesa la verdad. La ciudad fue reconstruida, por varios arquitectos de renombre, dando origen al nombre “Escuela de Chicago” Cabe decir que el museo de historia cuenta con un área para niños, donde la narrativa es sumamente interesante y vale la pena conocer.

Por cierto, y saliendo del contexto, también visitamos Chinatown, pero eso se los cuento en la siguiente  colaboración, pues me gustaría platicarles a detalle cómo fue que surgió. ¿Alguna vez escucharon que EU carece de historia?

*Periodista y conductora
Premio Internacional de 
Periodismo Turístico 2022
Otorgado por la OMPT

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