“El populismo es el camino
de la autodestrucción de la
democracia”
Vargas Llosa.

El Frente Nacional Anti AMLO, FRENAAA, no va a hacerse más pequeño, apostar a su desaparición o a su debilitamiento es aferrarse a no querer ver la realidad.

Francamente, no creo que en el corto plazo pueda crecer tanto como creció, en su momento, el movimiento del presidente cuando éste era un luchador social, pero tampoco parece que su extinción esté a la vuelta de la esquina, se hará más y más fuerte, la cuestión es ¿qué tanto?

FRENAAA conjuga la frustración de millones de mexicanos que han sido abandonados por la Cuarta, es cierto que entre sus integrantes pueden encontrarse expresiones ultramontanas y radicales de derecha pero también lo es que miles de sus seguidores pertenecen a una clase media sumamente modesta que siente amenazado lo poco que tiene.

FRENAAA es, también, el reflejo de un país al borde de la polarización violenta, basta darse una vuelta como un testigo silencioso por su plantón en la Avenida Juárez para escuchar debates subidos de tono entre los peatones que transitan por la banqueta y los manifestantes, queda claro que ni uno ni otro pueden escucharse y que los ánimos están caldeándose al punto de la bronca callejera.

López Obrador no ayuda, ni ayudará a la reconciliación, sin quererlo, el presidente es la gasolina del movimiento que podría hacer despertar a México en una hoguera de divisionismo que será muy difícil apagar. Sí, a una todavía peor que la que nos abrasa por estos días.

Dudo mucho que logren levantarse de la Avenida Juárez en el corto plazo, podrán alegar, quizá con razón, que existen muchas casitas de campaña vacías, podrán alegar que sus patrocinadores tienen intereses oscuros y podrán congelar cuentas a diestra y siniestra, lo cierto es que cualquier movimiento, incluído el de López Obrador en 2006, cuenta con acarreados pero su trascendencia se mide en la empatía que logren generar con la sociedad y FRENAAA podría ser, al final, esa oposición que nace en la calle y que, en algunos años, terminará en el poder.

Quizá ese movimiento sea la cuna del Bolsonaro mexicano, quizá de ahí surja el polo extremo al que puede irse el péndulo de la opinión pública conforme la Cuarta vaya sumando fracasos y resquemores.

Y no creo que eso sea una buena noticia, la razón y el diálogo circular parecen haber fenecido entre ciudadanos que solo parecen dispuestos a escuchar voces que les reafirmen sus prejuicios de uno u otro bando.

FRENAAA puede ser, también, la vanguardia populista que le haga un contrapeso serio al poder… ¿seremos un país de extremos?

Nuevas reglas, nuevos escenarios. Los partidos políticos parecen rebasados, casi inertes frente a los cambios que a gritos demanda el país. No digo que FRENAAA sea la mejor alternativa pero, ciertamente, es la única que parece existir en la realidad que se vive fuera del pequeñito y elitista círculo rojo.

De todas, todas, parece que pierde la democracia.

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