Como hemos venido señalando desde hace tiempo, cada país trata de velar por su soberanía energética y Francia no es la excepción. Ya a finales de abril de 2021, el presidente francés, Emmanuel Macron, había anunciado que el gobierno francés estaba estudiando retirar a la empresa estatal Électricité de France (EDF) de la bolsa, con el fin de hacerse del control total de dicha empresa, tal y como sucede en Suecia con la empresa 100 por ciento estatal, Vattenfall.

En el momento actual, el estado francés detenta el 83.65 por ciento de las acciones de EDF, el 1.21 por ciento pertenece a los trabajadores y el 15.14 por ciento restante pertenece a varios fondos de inversión, ninguno de los cuales rebasa el 1.06 por ciento. En este contexto, el pasado 6 de julio, la primera ministra francesa, Élisabeth Borne, anunció ante la Asamblea Nacional de Francia el inminente control del gobierno francés del 100 por ciento del capital de EDF, lo que significa ni más ni menos que la nacionalización de EDF.

La razón no es la guerra en Ucrania pues, como señalamos líneas arriba, era una medida que ya se estaba estudiando desde hace más de un año, pues se trata de un problema estructural ante el aumento continuo de las tarifas de la electricidad en Europa, pero la guerra en Ucrania sí ha venido a acelerar toda una serie de medidas de muchos países europeos con el fin de asegurar su soberanía energética ante los tiempos que se avecinan.

Claro que el gobierno de Macron tuvo que esperar a ganar su reelección como presidente de Francia. No es un nombre de izquierdas, todo lo contrario, pero el principio de realidad ha pesado más, no solo en él sino también en otros jefes de estado.
Esto nos recuerda que mientras algunos políticos piensan primero en los intereses de su patria, otros, como la oposición en México, piensan y actúan en favor de los intereses de empresas extranjeras, como fue evidente con las y los traidores a la patria que votaron en contra de que el estado mexicano controlara no ya el 100 por ciento del sector eléctrico nacional sino sólo el 54 por ciento.

¿Qué pensarán esos traidores a la patria de esta medida del gobierno francés? ¿No les dará vergüenza? ¿Aprenderán que primero deben anteponer los intereses de su patria? La verdad, lo dudo. Los traiciona su naturaleza servil ante el capital de las trasnacionales, por lo que hay que seguir pugnando para que esos “representantes populares” terminen en el basurero de la historia.

Académico de la UAQ. anbapu05@yahoo.com.mx

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