La política y el futbol tienen similitudes, sobre todo si nos referimos al contexto de un proceso electoral. En un artículo anterior propusimos la analogía de un partido de futbol que se jugaría con 22 políticos en el césped, cada quien defendiendo los colores de un equipo que busca ganar la elección del 1 de julio. Pero no es la única similitud que existe entre el quehacer político electoral y el balompié. Mientras escuchaba las intervenciones de los comentaristas del libro de Danielopski (La geometría de la euforia), recordé los estilos de juego que han distinguido a directores técnicos a partir de la táctica y la preparación de los partidos.

Durante un proceso electoral, los candidatos tienen a sus respectivos estrategas o encargados de la comunicación social, digital y mediática, que buscarán consolidar para obtener el triunfo. También puede ser que los partidos políticos o coaliciones posean sus propios “directores técnicos” o encargados del war room, que a su vez mandan indicaciones a seguir en las líneas discursivas o diseño de mensajes para campaña.

Si volvemos al futbol, durante los últimos 30 años en México podemos identificar cuatro entrenadores que han dejado huella por el estilo de juego de sus equipos, que por lo general han ido acompañados de títulos, victorias y logros. Todos ellos han dejado escuela, han impreso un sello distintivo: Manuel Lapuente, Ricardo La Volpe, Ricardo Tuca Ferreti y Matías Almeyda.

El lapuentismo tiene a la motivación y la sorpresa como dos de sus pilares. Los aficionados todavía recordamos esos partidos de la Selección en Francia 98 vs Bélgica y Holanda, en el que se empató a 2 goles después de una desventaja. En Puebla y el Necaxa dejó previamente pruebas del estilo.

La época de La Volpe como director técnico se caracterizó por su táctica, la capacidad de mejorar el parado durante el partido y el estilo de juego ofensivo y veloz. Dejó constancia de ello en el Atlas, el Toluca y la Copa Confederaciones de 2005. Los jugadores se identificaban y contribuían al equipo.

Ricardo Tuca Ferreti es un director técnico que prioriza la solidez defensiva, el buen parado de su conjunto y la “garra” de sus defensas y mediocampistas, para sus oncenas obtengan el triunfo. Sin llegar a confrontarse con Lapuente o La Volpe, sus estilos sí observan múltiples diferencias.

Matías Almeyda es el último que revolucionó el futbol mexicano. Dio un estilo al Guadalajara, sin contar con demasiadas figuras o jugadores de experiencia. A base de jóvenes y con una intensidad en la búsqueda de la portería contraria, su estilo trajo resultados durante casi tres años. Características: juego ofensivo, velocidad, tenencia de la pelota y juventud en sus filas.

Cada uno de los estilos descritos pudiera aplicarse a una campaña político electoral, con su debida dimensión y comparación. Los estrategas de campaña tienen una variedad de opciones y herramientas que pueden utilizar en beneficio de sus candidatos: habilidades de oratoria, encuestas, ejercicios de debate, jingles promocionales, conferencias de prensa, filtraciones periodísticas, discursos emotivos, errores o equivocaciones de los contendientes por el mismo puesto, empresarios, deportistas o figuras públicas afines al proyecto.

Los candidatos a los cientos de puestos que votaremos el 1 de julio tratarán de usar las herramientas, iniciativa propia, para que, con base en una mezcla de ofensiva, defensiva y creatividad, su proyecto sea el ganador. ¿Ya identificó qué estilo de juego posee el candidato de su preferencia? ¿Es lapuentista, lavolpista, tuquista o almeydista? ¿Acaso un híbrido o una mezcla de estilos?

¡Feliz domingo!

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