En los pasados días hemos visto cómo el Frente Nacional Anti-AMLO, mejor conocido como FRENA, se ha establecido en El Zócalo con su “inmensa cantidad” de casas de campaña y personas que, según los dirigentes del movimiento, superan las cien mil. Su exigencia es clara y repetitiva: que se vaya Andrés Manuel López Obrador. ¿Qué tipo de agente es FRENA? ¿Ha sido exitoso su movimiento para concientizar a la población o acrecentar la oposición política de México?

Los movimientos ciudadanos son parte medular de la democracia en los países. La teoría establece que mientras se presente un mayor grado de involucramiento por parte de los ciudadanos en las prácticas democráticas, existirán instituciones más solidas y consolidadas, y el mismo sistema democrático será más abierto. En este contexto, el movimiento emergido de FRENA sería un ejemplo, pero la pregunta es ¿aporta a las prácticas democráticas que tanto necesita México? Con base en sus pronunciamientos y actitudes, mi opinión es no.

FRENA se ha dedicado a criticar todo, absolutamente todo lo que diga y haga López Obrador, situación que carece de objetividad y seriedad. Algo significativo, y que quizá a muchos les cuesta poco más que a otros identificar, es que para que nuestra democracia pueda fortalecerse, siendo uno militante o no, o simpatizante o no de la actual administración, no hay que aplaudir ni criticar todo lo que emane de López Obrador y su 4T sólo porque sí. Hay que ser críticos y analíticos en todo momento, no hay que confiar ni ser “leal ciegamente” y hay que cuestionarlo todo, que, ojo, no significa criticar. Así podremos estar en mejor posición de aplaudir lo bueno y repudiar lo malo que se desprenda de cualquier gobierno.

Y en este escenario encontramos a FRENA. Es un claro movimiento ciudadano, pero ¿qué propuestas o alternativas ofrece?, ¿en qué figura legal basa su exigencia de que López Obrador abandone la presidencia? Su odio y desprecio hacia el mandatario morenista es evidente, pero eso no sirve de nada para un cambio en la política mexicana, y en contraste lo que provoca es ser identificado como un grupo radical sin un plan definido. ¿Qué implica esto en la política?

FRENA ha crecido sustancialmente, de tal suerte que se le ha prestado más atención a sus mítines, caravanas y plantones. Por la crítica directa hacia López Obrador y su 4T, se le ha identificado al movimiento, al menos en primera instancia, como un espacio de oposición política. En varias ocasiones su líder, Gilberto Lozano, ha manifestado que el grupo no pertenece a ningún partido político y que su organización obedece a un interés meramente ciudadano. Eso tampoco hay que tomarlo por hecho, habría que analizarlo como se debe.

Pero lo que hay que destacar aquí es que, a pesar de estas declaraciones, mucha gente percibe que FRENA es parte de la oposición política de los partidos. Y precisamente esto no le conviene para nada a la oposición, ya que si bien es un grupo que alzó la voz ante algunas malas prácticas de López Obrador, su radicalismo no propone nada ni genera una alternativa de provecho al país. Lo único que está generando es socavar intentos reales y más construidos de oposición, ya sea por parte de los mismos partidos políticos, aunque sea mínima, o de los varios grupos en el país que han sido golpeados o desestimados por la actual administración, como científicos, académicos, feministas, ambientalistas, artistas, defensores de los derechos humanos, etc.

Por ende, la operación de FRENA no es de provecho para lo que necesita México. Recordemos que el populismo no se combate con más populismo, aunque uno sea de izquierda y otro de derecha, sino con ideas y argumentos claros y sustentados que permitan, entre otros resultados, romper con la narrativa que busca crear realidades sociales alternas.
niels.rosas@gmail.com

@NielsRosasV (Twitter)

Google News