Una amiga muy querida se subió al auto y exclamó: ¡Para qué hacen tanto alarde de la lucha contra la violencia, si a fin de cuentas los agresores salen libres!

Como ella, muchos mexicanos ponen en tela de juicio la efectividad de esta cruzada, pues han vivido en carne propia la ruindad de sus agresores, quienes conociendo las rendijas de la ley, saben cómo salirse con la suya, perfeccionando su perversidad a fin de no dejar huellas de su actuar ni pagar las consecuencias de sus actos. Vale resaltar que la compensación que se logra en el mejor de los casos es absurda para la magnitud del daño emocional a las familias.

Me duelen en el alma estos casos, por ello pongo en la mesa algunos puntos que ayudarían a las víctimas a salir avante en estos trances:

1. Cada día que pasa sin que la Fiscalía atienda una denuncia es una herida más a la víctima. Por ello insisto una vez más, en fortalecer a esta entidad con recursos y personal empático.

2. Urge sensibilizar a los posibles testigos de la víctima, es decir, maestros, entrenadores, personal de instituciones de salud como médicos, enfermeras y trabajadores sociales, a fin de que asienten por escrito todas las lesiones y hematomas que encuentren en los cuerpos de las personas que acuden a ellos, así como las condiciones que rodeen cada caso. Es dramático descubrir, al leer los expedientes médicos, que estos no solo incumplen con la norma sanitaria, sino que no señalan las verdaderas condiciones en las que ingresó la víctima de violencia. Al omitir estos datos, dejan a sus pacientes en indefensión.

3. Es necesaria una revisión al Código Penal de la entidad, a fin de que la violencia intrafamiliar se califique como delito grave.

4. Otro absurdo legislativo es la suspensión a prueba, toda vez que la impunidad solo origina más delincuencia, así de fácil. Por ello es indispensable desterrar este incidente de nuestra legislación.

5. Cuando se fije la fianza y/o el resarcimiento del daño, es menester que estas cantidades sean verdaderamente resarcitorias, recordemos que las consecuencias de la violencia acompañarán a la víctima toda su vida, y que en muchas ocasiones estas son incuantificables.

6. En los casos de violencia intrafamiliar, tanto lo que sucede en el juzgado familiar como en el penal están intrínsecamente relacionados, por tanto, es indispensable que ambos juzgados estén mucho más comunicados, por tanto si en un juicio familiar el juez percibe que el demandado o la actora han incurrido en falsedad de declaración, se dé parte a la fiscalía a fin de que esta tome las providencias necesarias

7. Muchas víctimas no denuncian a su agresor por miedo, por ello propongo una red de apoyo a estas, todos los que hemos sufrido de la agresión doméstica requerimos del apoyo de alguien que haya vivido esta situación y haya podido salir avante.

8. También es urgente una red de apoyo técnico especializado, es decir, peritos en psicología, trabajo social, grafoscopio, informática, etc. A fin de que las familias que han sufrido este azote cuenten con las herramientas idóneas. Es cierto, actualmente hay buenos peritos, muchos de ellos comprometidos socialmente y muy éticos, pero no todas las familias tienen las condiciones económicas para pagar sus honorarios.

Antier Peña Nieto recibía en los Pinos a quien tanto nos ha denostado como país. Los intereses económicos por encima de nuestra dignidad y soberanía. ¡Ahora entiendo tantas cosas!

La cruzada contra la violencia es solo bla, bla, bla...

Analista políticaanargve@yahoo.com.mx

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