Los consultores en franquicias pero los de a de verás, los que con una trayectoria ejemplar en su relación con el inversionista y el emprendedor, pudieran otorgar a ambos, la máxima orientación, sensibilidad y concientización, de cuáles son los modelos y giros que responderían a su urgente necesidad de autoempleo y de un negocio propio, deben acelerar la comunicación que les advierta de las “tomadas de pelo” que van en crecida, de supuestos conceptos rentables que se pueden operar desde casa, en la cocina, en la computadora y entre su propia comunidad vecinal.

El disfraz de franquicia les viene bien a muchas seudo marcas que inundan las redes sociales y las aplicaciones como el WhatsApp, que, tras el confinamiento, aseguran descubrir las características que tendrá el nuevo negocio que atenderá una era muy diferente del consumo. Y es que la franquicia encanta, seduce; buena parte de los emprendedores saben de las ventajas de no comenzar desde cero con un negocio.

Pero no todo lo que brilla…

El inversionista no puede creer, aceptar, que le bastará un tutorial, la propia instalación casera y tener un círculo de amigos, para desprender un gran negocio y manejar su propio “restaurante” en una nueva era del consumo, como ya lo ofertan conceptos que se dicen franquicias. El anzuelo es tentador, inversiones mínimas que rondan los 25 mil pesos, cocinar y enviar desde casa, vender cualquier cantidad de productos y servicios desde la computadora; trasladar pues el negocio a casa.

Contadas las propuestas serias, las historias verídicas, pero en otros tiempos; hoy, es jugar con la esperanza de miles y miles de mexicanos, trastocados por la emergencia sanitaria y económica. Esto no lo puede permitir el sector de la franquicia, su órgano rector, la Asociación Mexicana de Franquicias, los consultores, las propias marcas. El llamado a inversionistas y emprendedores debe ser urgente: extremo cuidado con negocios que no tienen un ápice de seriedad, con inversiones y ganancias mágicas, con capacitaciones al vapor, con uso indiscriminado de redes sociales en busca de incautos. Se huelen, se perciben, pero la necesidad es mucha y resulta “caldo de cultivo” para marcas que aparecen de un día a otro, y al siguiente, ya presumen una red de “franquiciatarios” por todo el país.

Para erigir un modelo exitoso se necesita, mucho trabajo, inventiva, disciplina, atmósfera, equipo, y si no, preguntemos a franquicias como La Borra del Café, Todo para sus Pies, Wings Army, las tres con planes y Logros en el Bajío, aún y con la pandemia que atravesó.

La Borra del Café, franquicia tapatía que comanda León Reffreger, abrió en esta semana que culmina, la quinta de sus sucursales en Querétaro; más tarde toda su red, alcanzó las 53 unidades con la inauguración en Aguascalientes. Y se dio tiempo para seguir con la exportación de la cafetería al otro lado del río Bravo, en lo que será su segunda franquicia en Chicago.

Todo para sus Pies, otra franquicia tapatía que comanda, Ignacio García de la Paz, está por abrir su segunda unidad en Querétaro, y la meta es crecer hasta siete sucursales. Franquicias Maso en Expansión, creadora de Wings Army, al par de sucursales que ya tiene en la ciudad capital, sumará otro concepto de su holding, Pitypolski Pub. Otra tapatía, Nana Plancha, regresa por sus fueros y promete un desarrollo en diversos municipios del estado de Querétaro.

Cuente usted lo que un negocio deberá ofrecerle para una inversión segura: procesos operativos y protocolos, espacios fluidos y distribución, diseño en mobiliario y elementos funcionales y claro, tecnología en soluciones y aplicaciones.

La voluntad emprendedora siempre engrandece a un país, pero nada que le distraiga del empeño con falsos negocios y “profetas del millón”.

incentivaempresasmx@gmail.com

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