Como cada final y principio de año, las organizaciones se preparan para sus cierres financieros y fiscales, para la revisión y conclusión de programas y, aunque en franca competencia con las festividades navideñas y de Año Nuevo, también se alistan para llevar una de las actividades más enriquecedoras para las organizaciones y para las personas, la Planeación.

Sin que esta semana #DesdeCabina se vista de seminario web o instructor de gestión y administración, pretendo remarcar la importancia de esta importante actividad para las empresas y para cualquier organización -incluso para las personas-. Esta importante etapa en la vida de las organizaciones en verdad ha resurgido muy recientemente en la gran mayoría de las organizaciones en las que directa o indirectamente participio.

Aunado a esta renovada intencionalidad de asociaciones civiles, empresas y organismos públicos, de revisar sus resultados, analizar su posición respecto de su competencia en el mercado de los productos o servicios ofertados, y de plantear proyectos innovadores y estrategias para alcanzar sus objetivos, existe creo yo un renovado interés por visualizar un futuro de mucho mayor impacto producto de una intervención y pro actividad más que de continuar siendo presa de la inercia y el vaivén económico-político-social en el que vivimos.

Ser dueño del propio destino, sea cual sea la definición que de éste la organización construya, es una de las grandes y más poderosas acciones que cualquier empresa, dependencia u organización pueden desarrollar. Hacer ejercicios periódicos de visualización de escenarios, de análisis de la competencia, de comunicación y levantamiento de información relevante, llámese necesidades y/o expectativas, de todas aquellas partes interesadas (los famosos stakeholders) es una práctica que -insisto- favorece el autoconocimiento organizacional e incentiva su evolución y madurez.

Visionar una posición en el tiempo, una condición, o un conjunto de características “ideales” para las que la organización, en ese escenario temporal, deba prepararse, es un ejercicio en el que varias organizaciones en las que personal y profesionalmente estoy involucrado iniciaron desde el último mes del año 2022. Hoy que ha iniciado plenamente este 2023 me emociona participar en tales ejercicios, en identificar cuáles serán esos proyectos, aquellas estrategias, en la definición y montaje de los programas que puedan ayudar al tránsito de las organizaciones hacia un estado más relevante y de mucho mayor impacto.

Estar en modo planeación es sin duda una práctica que cualquier empresa o ente público debería adoptar como parte de su cultura organizacional y corporativa, reflexionar incluso a nivel personal hacia dónde se quiere ir, identificar aquellas decisiones que tendrán trascendencia en el futuro inmediato y en el de largo plazo, así como todos esos esfuerzos que sería necesario emprender para impactar positivamente nuestra vida, pudieran ser competencias que debieran enseñarse naturalmente en las escuelas. Estar en modo planeación es el primer paso para construir el futuro, el modo ejecución le seguirá -igual o más importante aún-, pero esa ya es otra historia.

@Jorge_GVR

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