Amigas y amigos, representa un verdadero honor, privilegio y placer compartir con ustedes algunas letras en torno a mi mayor pasión: la Oratoria. La Biblia nos dice: “En el principio era el Verbo...”, pero no se nos dice que en el principio hicieron al Verbo, sino que del conjuro del Verbo, que es acción, se hizo la luz, se separaron las tierras de las aguas y aparecieron las montañas y las estrellas. Porque el verbo es capaz de todo, de lo sublime y de lo abyecto.

Han sido los oradores quienes han cambiado el rumbo de la historia. Con justa razón dijo el maestro José Muñoz Cota que antes de las balas, antes de los cañones, han estado los discursos incendiarios de los oradores. Tan importantes han sido los oradores que uno de ellos, el dulce rabí de Galilea, marcó un antes y un después de su verbo fulgurante. Sin embargo es cierto que la palabra es un arma de doble filo, lo mismo humilla que analtece, lo mismo construye que destruye. Ahí tenemos el ejemplo de Hitler que con el poder de su oratoria fue capaz de realizar el holocausto.

Nuestro país ha sido semillero de grandes oradores, como el soñador Ricardo Flores Magón, el de la voz sonora y ademán rotundo Belisario Domínguez, libre por su palabra el príncipe Urueta, el catalán Miguel Giménez Igualada y por supuesto, el maestro Horacio Zúñiga.

En la vida oratoria de nuestro país existe una fecha emblemática: era el año de 1926 cuando El Gran Diario de México, EL UNIVERSAL, convocó al Certamen Nacional de Oratoria, el 14 de julio, en el Teatro Hidalgo. Del antes Distrito Federal, un joven de palabra redentora y ademán quirúrgico se coronaba como el primer campeón nacional de oratoria de EL UNIVERSAL, les hablo del dulce maestro José Muñoz Cota Ibáñez, quien nos enseñó que el hombre es su palabra, ella lo define y lo concreta, es su retrato, su imagen fiel. Su legado ha llegado a las manos de los nuevos oradores, de manera personal puedo decir que tuve la fortuna de leer el Querétaro, Sinaí en llamas y El hombre es su palabra, obras de su autoría, en mis primeros pasos por este sendero maravilloso que es la palabra.

No tuve la dicha de escuchar la cátedra del maestro, pero tengo la fortuna de gozar de la amistad, el cariño y el afecto de la querida maestra Alicia Pérez Salazar de Muñoz Cota. Me autoproclamo (con el permiso de la maestra) fiel muñozcotista y como tal asumo el compromiso del maestro: llevar su obra a las nuevas generaciones, fomentar, difundir y promover el amor por la oratoria. Soy consciente de lo mucho que le debo a la palabra, me ha dado grandes amigos a quienes admiro y que fueron mi guía, me ha regalado la distinción de hablar en nombre de mi pueblo, un trabajo que amo y un cúmulo de experiencias maravillosas, porque al decir de un entrañable amigo, la oratoria nos une también con el amor.

Por todo ello y más, en el marco de la celebración del Día Nacional de la Oratoria, que acertadamente impulsó El Gran Diario de México, realizaré de la mano de mi Colegio Queretano de Oratoria, de la Fundación Ealy Ortiz y de la Facultad de Derecho de la UAQ, la Cruzada Estatal por la Oratoria. Llevaremos talleres a cada uno de los municipios con la finalidad de generar nuevos cuadros de oradoras y oradores. Presentaremos ante el Congreso del estado una iniciativa de ley para que año con año se realice un certamen estatal y nacional en el marco del Aniversario del Constituyente de 1917, hago votos para que esta pequeña acción se convierta en el río tumultuoso que despierte el amor por la palabra libre.

Bien, estimadas y estimados lectores, podría continuar escribiendo sobre esta bella arte que hoy ocupa un lugar sagrado en mi vida, pero tengo un límite de caracteres. Cuenta la historia que era costumbre en el ágora ateniense que un anciano golpeara tres veces con su báculo en el suelo y preguntara a los ahí reunidos: “¿Quién hablará por Atenas?, ¿quién hablará por Atenas?”... Entonces, entre los oyentes, se levantó un joven; con la mirada fulgurante y la voz potente dijo: “Yo hablaré por Atenas”. Era Demóstenes, el gran orador griego.

Yo espero que después de esta cruzada, cuando nuestro pueblo pregunte “¿Quién hablará por Querétaro?”, las nuevas generaciones respondan al unísono: “¡Nosotros hablaremos por Querétaro!”.

Oradora Nacional. Premio Estatalde la Juventud Querétaro 2013. @MadalyrmDavila

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