Cuando el tema “futbol” está en el ambiente viene a nuestro pensamiento la automática relación con millones de billetes; un negocio redondo que tiene viviendo como jeques árabes a deportistas que corren tras un balón.

Lo cierto es que solo basta con voltear a México para que nuestra construcción idealista colapse. Bien dicen que México es un país en donde no pasa nada y pasa de todo; por supuesto que dentro de la industria del futbol no podría existir la excepción.

Hoy por hoy, Jaguares de Chiapas está viviendo una situación lamentable y penosa para la Liga Mx. Sus problemas económicos no son una novedad para nadie, sin embargo, no solo enfrentan la situación bochornosa de adeudar salarios a sus jugadores, sino que ahora el Liverpool de Uruguay lo ha demandado ante FIFA por no cumplir con el pago de la transferencia del delantero uruguayo Carlos Núñez Techera.

Según el portal MedioTiempo.com, el equipo chiapaneco  adeuda 100 mil dólares al equipo charrúa por el préstamo del jugador anteriormente mencionado y, por si fuera poco, al jugador no le han pagado en los últimos tres meses de salario.

El reglamento de la Liga es claro y afirma que cualquier equipo que mantenga adeudos con cualquier Confederación previo al inicio de un nuevo torneo no se le permitirá participar del Draft, ya sea para compra o venta de jugadores, y perderá la categoría de Primera División. Sin embargo, Chiapas inició el Clausura 2017 con toda la normalidad del mundo.

Después de conocer estos casos cobra mucho más sentido la propuesta de Rafael Márquez sobre crear un sindicato de jugadores, pues –aunque ocurra con poca frecuencia- en una industria de mucho capital como lo es el futbol, hay jugadores que no cobran un salario con normalidad.

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