El 2020 deja grandes aprendizajes, dolorosas experiencias, también oportunidades de reinventarnos, pero, sobre todo agradecimientos.

Este año que inicia es una sinfonía de retos que deberemos enfrentar a partir de lo vivido en un año atípico y que marca un antes y un después en la historia de la humanidad.

El primer llamado es a reflexionar sobre la urgencia de solidarizarnos con una causa común, debemos combatir en unidad la pandemia del coronavirus, privilegiando sobre cualquier aspecto, la vida y la salud.

En Querétaro somos una comunidad donde cada vida y cada persona cuenta. La situación que enfrentamos, se vive en el mundo: Italia,

Estados Unidos, Inglaterra y Alemania entre otros países que han sucumbido ante el Covid-19.

¿Por qué razón pensamos que si decidimos NO atender las medidas preventivas en Querétaro la situación será diferente?

Al día de hoy, tras nueve meses de pandemia, está claro que cualquier esfuerzo realizado por los gobiernos, en las distintas ciudades del país parece insuficiente y obedece a una causa: las personas hemos fallado en ser empáticos con los demás, no hemos sido empáticos con quienes son más vulnerables  y a pesar de permanecer confinados, llegaron a contagiarse e incluso a perder la vida; con las familias que han despedido a un  ser amado, y les hemos fallado sobre todo  al personal de salud, y esta condición puede ser irreversible si no tomamos responsabilidad.

Según los últimos reportes, a nivel nacional, este 5 de enero fue el segundo día con más mexicanos fallecidos por Covid-19; en las últimas 24 horas el aumento de casos positivos en México fue de 11 mil 271 y mil 65 defunciones, alcanzando un total de 128 mil 862 que murieron por esta causa y un millón 466 de personas contagiadas.

Como representante popular y ciudadana es mi responsabilidad hacer una reflexión urgente a partir de los datos duros que la propia autoridad de salud.

Estoy convencida que el aporte de los ciudadanos es clave para combatir esta crisis sanitaria, no hay más tiempo que esperar ni lugar a donde ir, es ahora o nunca, tenemos que actuar, no hay una segunda oportunidad.

Hoy en el estado aún contamos con atención en hospitales y camas para hacer frente a la pandemia; sin embargo, el recurso humano, me refiero a médicos, enfermeras, camilleros, y todo el personal en su conjunto está rebasado por el cansancio y el agotamiento de nueve largos meses de trabajo, sin descanso y frustración ante la imposibilidad de hacer consciente a la población sobre los riesgos que representa este virus.

En referencia la reciente conmemoración del día de las y los enfermeros, y a todo el esfuerzo durante este tiempo, reconozco y valoro enormemente el trabajo del personal de salud porque ha sido más que heroico, pero sus capacidades humanas son limitadas, como serían las de cualquier persona bajo esta circunstancia.

No hay ningún país en el mundo que pueda enfrentar esta crisis sin la ayuda de sus ciudadanos. El gobierno estatal destinó recursos y esfuerzos para reconvertir hospitales y dotar de equipo y medicamentos a hospitales y a trabajadores del sector salud, pero todo resulta insuficiente, si no nos sumamos todos a esta batalla contra el Covid-19.

Si continuamos saliendo a la calle sin cubrebocas, sin lavarnos las manos frecuentemente, realizando reuniones familiares, de amigos, asistiendo a fiestas o a puntos de concentración masiva de personas, tendremos una crisis sin precedente.

Salir a la calle para realizar actividades NO esenciales, es comprar un boleto voluntariamente para ti o tus familiares que puede significar desde entrar a un hospital hasta la muerte.

No podemos garantizar que el personal de salud debido a su capacidad humana pueda atenderlos, hoy muchos médicos y enfermeras, además del cansancio, han padecido o están padeciendo de Covid-19, al igual que sus familiares debido a la exposición continúa ante el virus, incluso algunos ya entregaron su vida por esta lucha.

Sin tu ayuda no somos suficientes para enfrentar esta pandemia, cuidándote tú nos cuidas a todos. Quédate en casa, y transformemos el 2020 en un aprendizaje que nos permita transitar sin menos dolor hacia los meses que aún faltan para que llegue la vacuna y se genere inmunidad.

Hagamos un reconocimiento amplio, fuerte, solidario, pero sobre todo empático a todo el personal médico que ha arriesgado su vida y hoy lo sigue haciendo.

Abracemos la responsabilidad de trabajar coordinadamente con la autoridad y demostremos que en Querétaro somos ciudadanos responsables y que siempre por sobre todo privilegiaremos la vida y la salud, y ello nos dará sin duda oportunidad de reactivar nuestra economía lo más pronto posible.

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