Es mucho lo que está en juego en estas elecciones: la composición de la Cámara de Diputados, nueve gubernaturas, las delegaciones del DF, múltiples alcaldías y varios Congresos locales. Más aún, muchos de los procesos electorales están más cerrados de lo que cualquiera hubiera anticipado.

A nivel nacional, lo más importante es cuál será la configuración de la Cámara de Diputados y si la coalición PRI-PVEM-Panal mantiene o no el control de la misma (en la actual Legislatura cuenta con 251 diputados de un total de 500). De acuerdo con diversas encuestas, la probabilidad de que esto ocurra es cercana al 50%. Según algunas estimaciones, el número de diputados posibles para esta coalición fluctúa entre 240 y 260 diputados. El resultado final dependerá de varios factores entre los que sobresalen dos: si el Panal logra mantener o no el registro (si lo pierde, será muy difícil que el PRI-PVEM alcancen la mayoría por sí solos) y  de la magnitud del voto nulo (lo que en caso de ser significativo, al anularse para la contabilidad relevante, podría aumentar la sobrerrepresentación del PRI-PVEM en la asignación de diputaciones plurinominales).

De las nueve gubernaturas en juego, en siete de ellas hay un empate técnico en las encuestas: Guerrero, Michoacán, Nuevo León, San Luis Potosí, Querétaro, Sonora, e incluso Colima. En los dos primeros casos la pelea está fundamentalmente entre el PRI y el PRD; en Nuevo León compiten PRI, PAN y un candidato independiente (el famoso Bronco); y finalmente en los otros cuatro casos la competencia es fundamentalmente entre PRI y PAN. El caso de Colima es particularmente interesante porque ésta podría ser la primera vez que hubiera alternancia en ese estado. Sólo en dos casos está perfilado un ganador más o menos claro: en Baja California Sur (en donde se prevé que ganará el PAN) y en Campeche (en donde al parecer triunfará el PRI). Esto implica que, en una mala tarde, el  PRI podría terminar perdiendo de 5 a 8 de estos procesos electorales, por lo que su merma en el control de gubernaturas podría llegar a ser muy significativa (actualmente gobierna en 6 de las 9 entidades en disputa).

En el DF lo que está en juego es qué izquierda controla el Congreso local y quién gobierna en algunas delegaciones. De acuerdo a las últimas encuestas, Morena y PRD estaban prácticamente empatados en la elección para asambleístas. Además, se estima que Morena podría triunfar en al menos un par de delegaciones (aunque según otras encuestas podría llevarse incluso 4), mientras que el PRI y el PAN podrían ganar en una o dos delegaciones cada uno. Estos resultados podrían cambiar profundamente el balance político en la ciudad, en donde actualmente el PRD gobierna en 14 de las 16 delegaciones y cuenta con la mayoría absoluta en el Congreso Local.

Finalmente, en estas elecciones también está en juego el municipio de Guadalajara, en donde es muy probable que triunfe el candidato de Movimiento Ciudadano, Enrique Alfaro, lo que de llegar a concretarse lo posicionaría como un candidato muy fuerte para la gubernatura de Jalisco en un futuro cercano. Un triunfo de Alfaro, junto con un potencial triunfo del Bronco en Nuevo León más los resultados que se anticipan en el DF, representarían un duro revés para el PRI en las que son posiblemente las tres entidades más importantes del país. Lo que resulta interesante de esta posible combinación de resultados sería la pluralidad de los triunfadores.

En resumen, es mucho lo que está en juego en estas elecciones. Varios procesos están más cerrados de lo que se pensaba. En un contexto como éste, cada voto puede ser crucial y puede contribuir a hacer una diferencia en uno u otro sentido. Piense en ello este domingo cuando, en la soledad de la casilla, decida si lo que emitirá es un voto válido o un voto nulo.

Economista. @esquivelgerardo
gesquive@colmex.mx

Google News