Después de 14 años de campaña ininterrumpida de López, los mexicanos ya podemos prever el comportamiento que tendrá este candidato en cada etapa del proceso electoral.

Si hubiera una pintura que retratara su actuar, probablemente sería El jardín de las delicias, del pintor holandés El Bosco; en el primer panel del tríptico Andrés busca legitimarse, presume las encuestas y dibuja un escenario a su favor; en el segundo, vemos la transformación de su discurso con el descrédito de las instituciones, medios de comunicación y la suma de delincuentes a su equipo, como Néstora Salgado y Napoleón Gómez Urrutia; finalmente, la última imagen es aquella en donde López se da cuenta de su estancamiento en las encuestas y de la desaprobación que le tenemos los mexicanos, el lienzo, donde el señor López amenaza con soltar un tigre, sino se hacer lo que él quiere.

La semana pasada López inició el último óleo de su carrera política, o, en otras palabras, comenzó la última etapa de su proyecto populista, revestido, como siempre, de maniqueísmos y chantaje a las instituciones. En esta fase caracterizada por la división, el “no” a los proyectos de continuidad y la polarización, López preparará el terreno para argumentar de nueva cuenta un fraude electoral, ante la que será su tercera y última derrota presidencial.

Los mexicanos, conscientes de que estamos en uno de los momentos más cruciales de la historia de nuestro país, hemos apostado por ir hacia adelante. Esta visión se ha visto reflejada en las encuestas de arranque de campaña, donde Meade se coloca en un consolidado segundo lugar.

Asimismo, el inicio de campaña de Pepe Meade, a diferencia de López, ha puesto sobre la mesa 7 propuestas encaminadas a mejorar la calidad de vida de los mexicanos, la invitación que realizó a los otros candidatos a debatir su #7de7 en lugar de la #3de3 y su llamado a cerrar filas en contra de la decisión de Donald Trump de movilizar la Guardia Nacional a la frontera.

Nadie puede poner en duda que Meade es el mejor preparado y más transparente entre los 4 candidatos. Además Meade es el candidato que más responsabilidades ha tenido en la administración pública, por lo que su experiencia hace sombra a López y esto ha empezado a incomodar a sus voceros y asesores de campaña, quienes no hallan como hacer rentable el perfil de alguien que tardó más de 10 años en terminar la carrera universitaria.

En conclusión, existe un lienzo que estamos dibujando todos en el que tenemos la opción de trazar una ruta hacia adelante en donde se busque consolidar los proyectos en materia educativa, energética, económica y, sobre todo, fortalecer las instituciones y el Estado de derecho. O bien, un lienzo que estará nublado por contradicciones, la obsesión de obtener el poder y la vaguedad de un proyecto populista, con efectos sumamente nocivos para el país. Ese lienzo firmado como López.

Presidente del Instituto Reyes Heroles

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