“Debes conocerlo y hablar con él, es el sembrador del cooperativismo y vive en Querétaro”, esas fueron las palabras del profesor Florencio Eguía y me di a la tarea de buscarlo. Don Luis no necesita presentación en el Bajío mexicano, prácticamente todas las cooperativas de ahorro y préstamo de esa entidad llevan su firma en sus actas constitutivas, incluyendo la extinta Caja Popular Libertad. Esa fue la misión de Don Luis Ugalde Monroy, arrojar y esparcir las semillas de la ayuda mutua en una tierra fértil en el centro de México.

Fue de los primeros sacerdotes en entregarse al movimiento en 1956, colaboró directamente con los fundadores de las cajas populares, Pedro y Manuel Velásquez. Desde el Secretariado Social Mexicano vivió los momentos de expansión y persecución. Nunca buscó un cargo en la alta curia católica, sino servir a los indígenas desprotegidos de Querétaro. Así encontró la innovación social más poderosa que ha tenido la humanidad desde el siglo 18: el cooperativismo.

Cuando nadie creía en el cooperativismo, un grupo de sacerdotes predicó en sus iglesias el mensaje liberador de Cristo: el cielo se encontraba en la tierra y en la tierra debían ser felices. Su inspiración más grande se había actualizado en el Concilio Vaticano II y la encíclica Rerum Novarum. Las clases trabajadoras y campesinas, las más pobres y desprotegidas del pueblo debían liberarse hacia una nación mejor, cambiando sus instituciones con justicia, solidaridad y amor al prójimo. Así nacen las cajas populares, para que el dinero estuviera en las manos de la gente humilde y con la guía de los sacerdotes.

Manuel Velázquez lo dice claro: “fue el pueblo el que a la sombra de algunos campanarios encontró, formó a sus primeros propagandistas y dirigentes. El héroe de esta historia ha sido el pueblo pobre que captó la idea”. Son ellos los verdaderos campeones.

La idea se multiplicó y hoy son más de 8 millones de socios cooperativistas que mejoran su calidad de vida con crédito, ahorro y educación. Todos los días mujeres y hombres se acercan a más de 2 mil sucursales en todo el país y encuentran un sistema financiero justo, le llaman economía social y solidaria, porque la persona es lo más importante.

Don Luis sabe que más de 52 millones de mexicanos sufren la pobreza y sigue promoviendo un cooperativismo con dimensión cósmica y visión indígena. Fue perseguido por su misma iglesia y obligado a exiliarse espiritualmente. Varios sacerdotes fueron propuestos a excomulgación y retirarles sus atribuciones pastorales. Les llamaban comunistas por buscar el bienestar de su pueblo, por formar sindicatos y reclamar salarios justos. Al final le urgieron a no ejercer el sacerdocio, pero eso no lo frenó y sigue asesorando al movimiento cajista como ciudadano a sus más de 94 años.

Este jueves 17 de octubre se celebrará en el mundo el Día Internacional de las Cooperativas de Ahorro y Préstamo. Gracias a miles de mujeres y hombres que dieron su vida y trabajo por un movimiento que nació en 1951. Luis Ugalde Monroy cumplió a cabalidad su servicio ¡Gracias Don Luis!

Emprendedor social 

@JUANP_DELEON

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