El status quo se ha fracturado, el mundo como lo conocíamos cambió, y estoy seguro que no volverá a ser el mismo.

Nuestro país  entró en la fase 3 de la emergencia sanitaria derivada por la pandemia del Covid-19, a partir de ahora se prevé un aumento significativo en el número de contagios y una sobredemanda de los sistemas de salud, será una de las etapas más duras y más retadoras, pero también es justo el momento idóneo para replantearnos lo que nos espera una vez que esta situación esté controlada.

Todos quisiéramos regresar al estilo de vida que teníamos antes del coronavirus, pero la realidad es que no volveremos a ninguna “normalidad”, la forma en la que estudiamos, trabajamos, hacemos las compras o convivimos, no volverán a ser como antes, incluso la forma de saludar será diferente después de esta pandemia.

La pandemia por el coronavirus, ha tenido impactos en todas las esferas de nuestra vida, en la salud, en la economía, en la política y en nuestra dinámica social.

Nos ha obligado a separarnos físicamente, a quedarnos en casa y a cambiar nuestras prioridades, las rutinas que antes teníamos cambiaron, nuestras reuniones, eventos, viajes e incluso la forma de saludar, todo lo que creíamos seguro, ya no lo es, ninguno de nosotros lo esperábamos, ninguno estaba preparado.

Hoy vemos como muchas universidades, empresas, gobiernos y organizaciones han tenido que adaptarse a la nueva realidad, haciendo uso de las herramientas tecnológicas, siendo más flexibles en cuanto a los horarios de sus colaboradores y con una visión que pone en el centro de las decisiones a las personas.

Aunque curiosamente, nada de esto es nuevo para nuestra generación, para los millennials y centennials, esta visión del mundo nos resulta natural, todas las herramientas que nosotros ya utilizábamos de manera cotidiana, hoy están permitiendo hacer frente a esta emergencia sanitaria y aquellas generaciones que antes nos ignoraban o nos criticaban, hoy están siendo obligadas a darnos la razón.

Esta pandemia nos hizo desacelerar, pero no nos detuvo, y estoy convencido que sólo podremos hacerle frente si definimos como una de nuestras prioridades, el modelo de la Triple E”: Educación, Empleo y Emprendimiento.

Con nuevas visiones en donde encontremos una educación digital con contenidos personalizados y un fuerte enfoque en las habilidades blandas, una educación que nos permita adquirir nuevos conocimientos de forma rápida y con perspectiva global, debemos apostar por los nuevos modelos de empleo basados en la economía colaborativa y en la mente-factura.

Empleos en los que nuestra generación pueda encontrar un equilibrio profesional y también personal, con esquemas que tomen en cuenta la creatividad y la innovación que nos caracteriza, debemos impulsar la capacidad inventiva y de emprendimiento de los jóvenes, con mayores oportunidades y apoyos para que nuestras ideas se conviertan en soluciones para superar esta crisis y cualquiera otra que venga en el futuro.

Estoy seguro que estos días se han tornado difíciles para todos, con la desesperación por poder regresar a nuestras actividades y con la incertidumbre, pero permíteme decirte que no debemos tener miedo, al contrario, debemos de tener la certeza y la confianza de que éste es el mejor momento para que los jóvenes tomemos el liderazgo en todos los ámbitos a nivel internacional, nuestra generación debe encabezar a las empresas de este nuevo tiempo, debemos ser los nuevos líderes de los gobiernos y los nuevos impulsores de organizaciones de la sociedad civil.

Diseñemos juntos un mejor futuro, ¡Nos toca!

#MundoMillennial

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