Ante el atípico fenómeno del incremento en los indicadores relacionados a la inseguridad, en ciudades antes tranquilas de México y, principalmente, en Querétaro, hemos constituido el moderno Manifiesto del Cerro de las Campanas, contra la inseguridad.

Teniendo como marco nuestra dinámica ciudad de Querétaro que, en los últimos dos años, si bien ha mantenido su pujante crecimiento económico, ha visto mermada la calidad de vida de sus habitantes por el crecimiento anormal de todos los delitos de alto impacto: el robo a casa habitación, a negocios, de vehículos, a transeúntes, así como los homicidios, la extorsión y el secuestro.

Como la inseguridad tiene causas multifactoriales, y con el fin de escuchar y analizar esta situación con los expertos, el Congreso de la Unión, la LVIII Legislatura del estado de Querétaro y la Universidad Autónoma de Querétaro convocaron el pasado viernes 8 al “Foro de Reflexión Nacional: El Fenómeno de la Inseguridad en ciudades antes tranquilas en México”, en la UAQ.

Acudieron a la convocatoria especialistas nacionales e internacionales, quienes enriquecieron la discusión académica y formularon propuestas para fortalecer el marco jurídico en la materia.

Los ponentes, todos ellos de gran credibilidad en materia de seguridad pública, emitieron juicios y recomendaciones que podrían tomarse como un inventario de magníficas acciones a seguir, por los responsables de la seguridad en Querétaro.

La inseguridad merece ser atendida sin filias ni fobias, la población quiere ver unidad y no descalificación ante el fenómeno que presenta crecimiento. Este Foro se constituyó sobre un mensaje de solidaridad para la población que la sufre día con día. Donde nadie se salva, tampoco yo, donde un servidor y mi familia hemos sido víctimas del delito en Querétaro.

En mi intervención en el evento, en un mensaje a la sociedad queretana, del cual reproduzco sólo unas líneas, dije: “No limitaré mi voz, pues para eso soy representante popular, ni se trata de que nadie se ofenda; los problemas del estado son de todos y es labor conjunta encontrar soluciones desde cada trinchera. Mi lucha es por regresar al Querétaro tranquilo de antes y que siga teniendo las oportunidades que otorga el desarrollo económico, no sólo con los inconvenientes, como el incremento poblacional, el tráfico, la saturación de servicios o la delincuencia. Los años que nos tardemos, pero todos juntos, enfrentando los hechos y sin justificar la cruda realidad. Si diferentes ciudades del mundo lo han logrado, también Querétaro lo hará. Que quede claro, los que alzamos la voz sólo somos los mensajeros y cada vez somos más; no somos el problema y, sin duda, seremos parte de la solución. Una sociedad unida contra el delito es lo que todos pedimos y en lo que todos podemos aportar. Coadyuvando a la autoridad y siempre con la ley en la mano”. Hasta aquí la cita.

Con este acto público contra la inseguridad, iniciaré un diálogo de construcción de políticas públicas eficaces y viables.

Convoco a la sociedad queretana a rescatar el Querétaro antes tranquilo, y bajo el Manifiesto del Cerro de las Campanas, abriremos un diálogo con todas las fuerzas del estado, para recuperar la seguridad de la cual gozaba Querétaro.

En este asunto, no hay fórmulas mágicas, pero sin la participación de las autoridades, la batalla será más difícil. Los ausentes se notan. Los vacíos se llenan. La tranquilidad y patrimonio de las familias, bien vale el trabajo que se debe realizar.

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