Tuve que rehacer esta colaboración ya que el legislador Jesús Sesma ha decidido no presentar su iniciativa al pleno del Congreso de la CDMX en la que pretendía prohibir las corridas de toros en la capital.

Por ende las líneas que había escrito iban a quedar extemporáneas, sin embargo, es momento de seguir poniendo atención a este tipo de payasos que pretenden sacar raja política de este bello arte.

Dice Sesma que se reunió con el senador Pedro Haces y decidieron mandar a la congeladora dicha iniciativa quedando todavía peor ante la opinión pública.

Que le quede claro que, ya sea en redes sociales o presencialmente, estaremos defendiendo nuestro arte.

Pero pasemos a lo nuestro. El domingo pasado un queretano triunfó en la México, con pases sentidos, con mucha solera y sobre todo con mucha pasión de querer triunfar. Juan Pedro Llaguno caló hondo en el coso de la capital tras una exquisita faena que recordó por momentos al mejor toreo artista. Su actuación fue premiada con dos orejas. Que le permitieron salir en hombros junto al ganadero de Caparica, dejando un gran sabor de boca y abriendo las puertas a los carteles futuros, que seguro llegarán.

Todo queda listo para el próximo domingo, la corrida guadalupana, la más esperada del año, pues regresa Morante de la Puebla con todo y sus duendes que, de salir cuajados, es garantía de buen toreo. Me despido con un mensaje fundamental.

La unión presencial para defender la fiesta es la fuerza de nuestro arte, del cual respiramos a cada olé. La fiesta de los toros se defiende en las plazas públicas, en el Congreso de la CDMX y por supuesto abarratonado las plazas de toros.
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