Desde la campaña del no tan lejano 2018 en donde la contienda por la Presidencia de la República Mexicana se cerró a dos candidatos, los militantes y simpátizantes del Partido Acción Nacional se dieron a la tarea de emprender cualquier clase de acciones para frenar el inminente avance que el entonces candidato Andrés Manuel López Obrador, mismo que se levantaría con el triunfo derivado de la voluntad del pueblo ese mismo año.

Después de aquel histórico triunfo de AMLO la derecha de este país le apostó a la propagación de información falsa para generar un pánico colectivo en la sociedad mexicana, junto a grupos empresariales la actividad mercenaria de los fascistas cerró filas para atentar de una u otra manera y en repetidas ocasiones en contra de un Gobierno de México que hasta la fecha goza de una legitimidad nunca antes vista en el país. El segundo elemento de ataque vino al tratar bloquear los diferentes cambios elementales para forjar los cimientos de la Cuarta Transformación nacional, y es ahí donde a través de diferentes gobernadores y sus brazos legislativos tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores, sin dejar a un lado los congresos locales donde tienen mayoría, como es el caso de Querétaro.

Justo en nuestro estado es donde podemos ejemplificar de manera perfecta el autoritarismo bajo el que se maneja el Partido Acción Nacional, desde el día uno en el cual inició la 59 Legislatura, los blanquiazules demostraron que carecen de cualquier noción de lo que significa vivir en democracia, tal es el caso del “agandalle” en las direcciones del Congreso estatal donde dejaron fuera de una manera ventajosa y poco ética a Morena que es el partido que tiene la segunda fuerza a nivel estatal, el problema central en este caso no se reduce a la obtención de espacios de trabajo, sino a la necesaria democratización de la vida interna del Poder Legislativo de nuestra entidad.

Posteriormente vino el intento de veto mediático, situación que fracasó debido al intenso ritmo de trabajo que el grupo parlamentario de Morena ha tenido desde el principio de esta gestión, por último y sin duda el método con el cual se conducen hasta la fecha, de la mano del resto de los partidos cómplices del grupo mayoritario se dieron a la tarea de frenar el trabajo legislativo de la fracción  de la 4T; por ello, es que un 90% de las iniciativas se encuentran en la “congeladora legislativa” como un acto represivo al partido movimiento e ignorando que dichas iniciativas de ley emanan de las necesidades del pueblo y son fundamentales para la transformación de la vida pública de Querétaro.

Por ello, es que un acto de dignidad en días pasados, decidí denunciar la discriminación política de la que un servidor y mis compañeros y compañeras de bancada sufrimos a causa de la intolerancia y poca empatía ciudadana que tienen los integrantes del grupo legislativo del PAN.

El reloj sigue su curso y estoy convencido que toda esta serie de actos tendrán una fuerte consecuencia en la voluntad popular que con seguridad beneficiará a Morena Querétaro.

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