Seguramente has escuchado hablar de la migraña, o quizá la padeces. Te cuento que ésta es una enfermedad seria, y más común de lo que creemos. De hecho, es considerada la tercera enfermedad con mayor prevalencia en el mundo y se calcula que  12% de la población global la tiene, y en México puede alcanzar hasta 15%.

Ahora bien, presta atención a este dato: de acuerdo con KPMG, se presenta con mayor frecuencia en mujeres que laboran en los sectores de servicios y financieros.

Por eso, he decido hablar de este relevante tema. Porque este padecimiento de origen neurológico suele estar minimizado al confundirse con un “ligero dolor de cabeza”.

De acuerdo con Katya Faride Herrejón, asesora médica para neurociencias en Lilly México, se trata de una condición que incapacita y limita de manera muy importante a aquellos que la padecen, de manera tal que les impide desarrollar una vida normal. Es tan severa que requiere de un tratamiento específico y continuo, porque es crónica, limitante e incurable, por lo que se tiene que estar en continua atención con un profesional de la salud.

Esta enfermedad se caracteriza por episodios recurrentes de dolor de cabeza incapacitantes, con una duración que varía entre cuatro y 72 horas, generalmente acompañada de otros síntomas como  hipersensibilidad a la luz, al sonido y hasta a los olores, que pueden producir náuseas o vómitos.

Son variados y diversos los agentes que desencadenan la migraña, pero la también médica cirujana por la Universidad La Salle México  comparte que un componente importante en esta patología tiene que ver con el género, ya que se sabe que para las mujeres es una patología más frecuente que los hombres, en una relación de 3 a 1.

Con todo este panorama queda claro que esta enfermedad puede impactar no sólo en lo físico, sino en lo emocional, laboral, social, familiar, y económico, ya que tiene un alto costo no sólo en la persona, sino en el sistema de salud.

La migraña implica un costo financiero anual a la sociedad mexicana de 47 mil millones de pesos (mdp), equivalentes a 0.25% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional (datos 2018).

Y hablamos de su impacto en el terreno laboral, porque en promedio, un empleado con migraña se ausenta hasta 14 días al año; y pierde 4.05 días laborables anuales debido a una reducción en la productividad derivada de los episodios de migraña que sufre, es decir, se presenta a laborar pero su rendimiento no es óptimo.

Desafortunadamente, se tiene el registro de que de la población que padece migraña, únicamente 27% solicita atención médica; y sólo 7% lo hace en instituciones de salud públicas.

A su vez, se estima que 94% de los trabajadores utilizan el gasto de bolsillo como medio para cubrir los gastos relacionados con el padecimiento; además de que 83% de los empleados que no asisten a un profesional de la salud recurren a la automedicación.

El llamado es sensibilizarnos sobre este tema, y atenderlo de manera oportuna y con un especialista. Para los pacientes que no recurren en tiempo y forma los costos pueden ser cuantiosos, y no sólo hablamos en cuestión de dinero.

“En la cultura latina puede tomar hasta 15 o 20 años llegar con un especialista y al tratamiento oportuno”, advierte la vocera de Lilly México.

Seamos responsables, no aplacemos y cuidemos nuestra salud en beneficio propio, de nuestra familia, el entorno y nuestros bolsillos.

lucyquiroga@finanzasentacones.com.mx / @finanzasentacon

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