Cuentan que así gritó con un puñetazo en la mesa Adolfo Suárez, entonces presidente de la transición española, cuando en 1977 convocó a los Pactos de la Moncloa e izquierdas y derechas extremas lo apuraban a tomar partido.

Cualquier semejanza con México 2020 es mera coincidencia: a la caída del franquismo, España vivía un cambio de régimen que iba desnudando una brutal crisis económica que, entre otras cosas, incluía un millón de desempleados. “Todo está roto o descosido”, era el diagnóstico. “O los demócratas acaban con la crisis económica o la crisis acaba con la democracia”, fue la proclama con la que un hombre auténticamente de Estado como Suárez logró lo imposible: sentar a la mesa a los histórica y rabiosamente opuestos: los derechistas como los Fraga y Tierno Galván con los izquierdistas como Santiago Carrillo y Felipe González, que después alcanzaría el gobierno. Y, por supuesto, que no faltó Calvo Sotelo de Unión Centro Democrático, el partido del extraordinario convocante.

En México, estamos viviendo la Moncloa, pero al revés. Jamás nadie nos ha sentado a la mesa. Por el contrario, estamos en los campos de batalla de las redes y las calles, más opuestos que nunca y con una posibilidad de diálogo cancelada sobre todo en los días recientes: a los alarmantes choques con empresarios, feministas, intelectuales, gobernadores y periodistas, el presidente está urgiendo al país no a una definición ideológica sino a un pronunciamiento unívoco sobre su muy particular visión de México y el mundo. Como él mismo ha dicho: no habrá medias tintas, o nos definimos como liberales o nos asumimos como conservadores.

Diez días antes de la elección le pregunté: “Si ganas la presidencia y además el Congreso, tendrás una enorme tentación autoritaria”.

—No, no, no, no, no, el poder es humildad y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás, sobre todo de los pobres; yo no lucho por una dictadura, lucho por una auténtica democracia.

El problema es que habemos quienes coincidimos con sus metas, pero no siempre en sus métodos. Espero que eso no nos haga traidores a la patria.

PD. Por cierto, ayer en la mañanera dio a conocer un documento “anónimo” llamado “Rescatemos a México”. Según esto, un complot de la BOA. Un Bloque Opositor Amplio formado por empresas, gobernadores, comunicadores, redes y hasta encuestadoras. De ser cierto, grave. De ser falso, gravísimo.

Periodista. ddn_rocha@hotmail.com

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