No hubo robo. Los sicarios fueron directamente a matar al extitular de la Unidad de Política y Control Presupuestal de la Secretaría de Hacienda, Alfonso Isaac Gamboa Lozano, implicado en una investigación de desvío de recursos por más de 250 millones de pesos.​

En la tarde del pasado jueves 21 de mayo, cerca las 16:00 horas, el C5 recibió el reporte de vecinos del fraccionamiento Las Brisas, en Temixco Morelos: se habían escuchado varias detonaciones. Elementos de la Policía Morelos acudieron a la calle Brisas del Pacífico. Según el parte, “visualizaron a varias personas con lesiones”. Se trataba de dos mujeres y tres hombres. Todos presentaban “lesiones penetrantes a consecuencia de disparos de arma de fuego”.​

Las paramédicos informaron que ninguno de los caídos presentaba ya signos de vida. La mayor parte los cuerpos se hallaba en la zona de comedor del jardín. Las primeras averiguaciones señalaron que los caídos eran miembros de una familia procedente de la Ciudad de México que había buscado refugio en el fraccionamiento, a fin de evitar el contagio por Covid-19.​

Los datos indicaron que cuatro hombres encapuchados irrumpieron en el domicilio desde un terreno baldío. Al menos dos de ellos portaban armas cortas. Con estas dispararon a las víctimas a quemarropa. Según las autoridades de Morelos, huyeron del fraccionamiento en un Renault Clío de color azul, con placas NEB 85-48.​

El vehículo fue abandonado en el kilómetro 84 de la carretera México-Acapulco. Aunque procede del municipio de Nezahualcóyotl, en el Estado de México, carece de reporte de robo.​

Esa tarde circuló a nivel local la versión de que una de las víctimas era el sujeto apodado El Señorón, líder de un grupo criminal en Morelos. Dos días antes del crimen la Familia Michoacana había subido a redes sociales un video en el que El Señorón era amenazado de muerte.​

Esa misma tarde, sin embargo, apareció en Morelos un cuerpo desmembrado al lado de una lona firmada precisamente por El Señorón. Simultáneamente, las autoridades lograban identificar a las víctimas del multihomicidio. Se trataba del exfuncionario de la Secretaría de Hacienda, Alfonso Isaac Gamboa Lozano, de 39 años; de la madre de este, de 60, y de tres de sus hermanos (44, 43 y 37).​

Otros miembros de la familia se hallaban en la propiedad y no fueron tocados por los sicarios. Tras alcanzar su cometido, los cuatro hombres atravesaron el baldío y corrieron hacia el auto que los esperaba.​

Aunque en los medios policiacos locales corrió la versión de que en el domicilio se había hallado una fuerte cantidad de dinero, los asaltantes no se llevaron nada. Según las autoridades, la manera en que se realizó el multihomicidio no corresponde con los usos del crimen organizado.​

“Definitivamente, esto viene de otra esfera”, precisó un funcionario cercano a la investigación.​

Entre 2012 y 2018, Gamboa Lozano fue titular de la unidad que, entre otras muchas cosas, formula las políticas de gasto público federal, controla la dispersión de recursos a los estados y determina, en fin, toda asignación que involucre recursos públicos presupuestarios —incluidos, por cierto, “fideicomisos, mandatos y actos análogos”.​

Entre 2017 y 2018 se revelaron los detalles de la llamada “Operación Safiro” (así, con “S”), que involucró el desvío de más de 650 millones de pesos de la Federación para las campañas del PRI.​

Según la información publicada en esos días —curioso, dada a conocer por The New York Times y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, entre otros cómplices de los conservadores—, desde la Secretaría de Hacienda, a cuyo frente estaba Luis Videgaray, se había diseñado un mecanismo para desviar dinero a 12 empresas fantasma, que luego hicieron llegar estos recursos al PRI de Manlio Fabio Beltrones.​

De dicha cantidad, más de 250 millones destinados al estado de Chihuahua fueron desviados, señala la investigación, en contubernio con el gobernador César Duarte.​

En enero de 2018, Alfonso Isaac Gamboa Lozano fue señalado por testigos de la fiscalía de Chihuahua como uno de los artífices de esta operación. Se le acusó de elaborar la estrategia para entregar el dinero sin dejar rastro y evitar que las transferencias fueran detectadas por la Auditoría Superior de la Federación (el año en que ocurrieron los hechos, Hacienda multiplicó 500% las asignaciones para el estado de Chihuahua.

El exsecretario general del PRI, Alejandro Gutiérrez, terminó encarcelado por su presunta participación en el delito de peculado. El gobernador Javier Corral reveló que la Secretaría de Hacienda había querido entregar al estado más de 700 millones, a cambio de no continuar con las investigaciones.​

El presunto encargado de triangular los recursos de la “Operación Safiro” fue asesinado el jueves al lado de su madre y de sus hermanos. No podrá ya decir lo que supo.​

Tal vez el móvil de este crimen se conocerá después. Inevitablemente, sin embargo, su muerte removerá las aguas de una investigación que toca a la plana mayor del priismo (Beltrones, Videgaray, los gobernadores Egidio Torre, César y Javier Duarte, entre otros) y que el limbo del cambio de gobierno terminó arrimando al olvido.

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