Gobernar se transmutará en arte con estos presupuestos:

1.- Nunca olvidar que eres un ser humano y, por lo tanto, falible, perfectible y eventual. Si pretendéis pasar a la Historia, será por vuestros hechos y no por tus palabras, pues al morir, a lo que más se puede aspirar hoy en día, es que te dediquen inocuas esquelas en la red o medios de comunicación, durante 3 o 4 días ¡y ya! Pues si bien te va, pondrán tu nombre a alguna calle o aula, o erigirán una burda y malformada estatua con tu figura. Bien lo expresó Salvador Díaz Mirón: “El muerto es el náufrago del alma, vivo se hunde, pero muerto flota”.

2.- De tu vida privada, conservarás con cautela aquello que tú, tus familiares y amigos más cercanos quieran, pues en cuanto salga a la luz cualquier situación, será del domino público y te será sumamente difícil, más no imposible, borrarlo de la conciencia social.

3.- Tener humildad en tu actuar y para pedir consejo o rodearte de gente que sabe más que tú, sin el mediocre miedo de que te vaya a opacar, pues habrás de brillar por vuestra propia luz y no por ajenos y fatuos destellos.

4.- Recordad siempre, que llegaste desnudo (a) a este mundo y así te irás; luego entonces, todo bien material que acumules, lo tienes que dejar en esta tierra y en muchas ocasiones, heredarás vastas pertenencias económicas y, por lo tanto, enormes problemas para tus herederos.

5.- No eres un guía iluminado, eres el mandatario de todo un estado, por lo tanto, deberás de vigilar las 24 horas de los 365 días de tu mandato, por el bienestar general en todos sus ámbitos, sin hacer distinción alguna de ninguna especie. Por lo tanto, debes de recordar, que eres gobernador, de tiempo completo por lo que carecen de valor algunas declaraciones, acciones o hechos que pretendas encubrirlos con el mote de que son “de carácter personal”, pues el cargo, no es un traje que puedas cambiar a tu gusto, en días de descanso o vacaciones.

6.- La honestidad debe de ser la estrella que ilumine vuestra actuación y, siempre recordar que el dinero y los bienes públicos que vais a administrar, no te pertenecen, ni a tus familiares, ni a tus amigos, sino sólo al pueblo al quien habrás de rendir siempre cuentas claras, cotidianas y amplias.

7.- Tus valores morales grandes o pequeños, los bautizasteis en familia; los habréis de ampliar y confirmar al ser un gobernador de Justicia y no sólo de Derecho; siempre con perspectiva de género. (Continuará)

Especialista en Derecho del Trabajo, 
Certificado por el Notariado de la Unión Europea. lopezaso@outlook.com

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