El mes pasado mientras hacía un montaje junto con el equipo de una exposición colectiva, nos percatamos que el caimán, una herramienta que ayuda a que la pieza se pueda colgar en la pared, de una obra se encontraba del lado opuesto, provocando que la pieza se tuviera que colgar al revés y el sentido original de la obra se perdiera. Esto me hizo recordar acerca de algunas obras de arte que han pasado a la historia por haber sido colocadas al revés en los grandes museos de arte, hoy te contaré acerca de dos piezas en particular que pasaron por esta situación.
Antes que nada, me gustaría contarte un poco acerca de Piet Mondrian, uno de los artistas más famosos del movimiento abstracto. Sus obras más conocidas son las que tienen la presencia de retículas con rellenos de color sólido como el amarillo, rojo, azul, negro y blanco. Su abstracción marcó su carrera como artista y demostró cómo la simplicidad de las formas transmite un lenguaje plástico complejo. Esto viene a la mesa porque hace un par de semanas la noticia de que la obra del artista titulada Ciudad de Nueva York I ha estado colgada al revés por más de 75 años dio la vuelta al mundo, generando todo tipo de cuestionamientos, pero hubo una pregunta que cobró mucho protagonismo: ¿cómo pudo haber pasado esto? Uno de los factores que provocó este error de montaje fue que la pieza no tiene la firma del artista, causando que el sentido de la orientación de la pieza sea confuso. Sin embargo, una fotografía tomada del estudio del artista en 1944 evidenció la orientación original de la obra, a pesar de esto, la pieza tendrá que mantenerse en la posición incorrecta, ya que si se regresa a su posición original la pieza podría sufrir una desintegración por los elementos que la componen.
Otra de las piezas que pasó por este error de montaje fue la obra Le Bateau, del artista Henri Matisse. La obra estuvo colocada al revés durante 47 días en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, ni curadores, ni comisarios se dieron cuenta del error, fue hasta que una visitante fanática del autor se percató de éste. Una vez que lo corroboró con el catálogo de la exposición intentó acercarse a los organizadores del museo, pero al no lograrlo llevó la historia al periódico The New York Times y enseguida se hizo el cambio a la posición correcta.
Como te he mostrado antes, el arte puede ser complicado de entender, pero también puede contener errores que provoquen que las piezas pierdan o ganen otro sentido completamente distinto al original. En este caso, aunque estas piezas hayan estado y sigan colgadas de la manera incorrecta por un error técnico, siguen cobrando sentido para el espectador.
A pesar de que estos errores parecen ser imposibles de pasar, suceden y siguen sucediendo, por esto resulta importante entender e informarnos acerca de las obras de arte. De igual forma es interesante detenernos a pensar ¿el arte abstracto es tan complicado de entender que por esta razón nadie se percató de estos errores? ¿O es que el arte abstracto tiene que tener un sentido para funcionar? ¿Tú qué opinas?
*Lic. en Historia del Arte y Curaduría
