Para mi Madre, que cumple años este martes

En plena pandemia, Bob Dylan, el bardo de la aldea global nos promete un nuevo disco para el verano y como anticipo nos regala canciones que dibujan el estado de ánimo que nos rodea, pues una de sus nuevas composiciones abre con la siguiente línea que nos recuerda la fragilidad de la vida: “Hoy, mañana y ayer también/ Las flores están muriendo, como todas las cosas”.

Ese es el duro comienzo de I Contain Multitudes , que forma parte del nuevo disco a publicarse que se titulará Rough and Rowdy Ways.

Son tres cortes de adelanto que el premio nobel de Literatura en el 2016 ya ha dado a conocer y con ellos demuestra que la academia sueca no estaba equivocada en galardonarlo "por haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición estadounidense de la canción".

El primero, Murder Most Foul, está centrado en la muerte del presidente norteamericano John F. Kennedy y toda la atmósfera que se vivía en los años 60. La canción dura casi 17 minutos, como su clásica Desolation Road, del disco Highway 61 Revisited.

Pero me quiero concentrar en su segundo sencillo. En I Contain Multudes, Bob Dylan toma una línea del famoso poema “Canto a mí mismo” de Walth Withman para mostrarnos que culturalmente Dylan contiene multitudes en su obra literaria y musical.

En su verso más revelador, Dylan se define: “Contengo multitudes/ Soy como Anne Frank, como Indiana Jones/ Y los chicos malos británicos, The Rolling Stones/ Voy directo al borde, voy directo al final / Voy justo donde todas las cosas perdidas se arreglan de nuevo/ Canto las canciones de la experiencia como William Blake. / No tengo disculpas que hacer/ Todo fluye al mismo tiempo”. (Traducción libre por el autor de la columna).

Dylan es un poeta que en su interior contiene multitudes, pero ¿acaso no todos los seres humanos contenemos multitudes? Somos producto de la cultura y relaciones que nos han moldeado a lo largo de los años. Contenemos multitudes que nos han formado como animales sociales y la sociedad es nuestra máquina de inmortalidad, como una vez escribió Fernando Savater, que, ante la amenaza de la muerte, nos “enchufamos” a esa maquinaria. Contenemos multitudes en nuestra formación como personas: padres, hermanos, amigos, enemigos, maestros, poetas, escritores, músicos, actores, etc. Contengo Multitudes de Bob Dylan, una canción para escucharse en esta parte final de la cuarentena por la pandemia.

Periodista y sociólogo. @viloja

Google News