Cuando un paciente llega al consultorio y nos platica de un dolor que lleva más de tres meses, a este término se le llama dolor crónico. La mayoría de los pacientes que cruzan la frontera de este tiempo, ese dolor tiene una probabilidad de quedarse para siempre de un 87%, aunque les suene una locura así es, aunque incluso vayan a la mejor terapia física o rehabilitación.

Esto se debe a muchas causas, la primera es que la mayoría de las terapias se concentran donde duele y no se busca la raíz, causa (y’u® significa raíz) del problema; una de las cosas que más distinguen al método y’u® es que todo lo que se vaya modificando debe de tener un interés para el Sistema Nervioso Central, en donde se lo hagamos divertido, juguetón, FUNCIONAL y que éste pueda aprender a través de una magnífica experiencia SIN DOLOR para que naturalmente provoque que éste se repita de manera automática.

Te pongo un ejemplo:  Una lesión en el hombro de tal manera que verdaderamente el paciente ya no puede cargar (se siente como falta de fuerza), tiene parestesias (se le duermen las manos) y todo el mundo, el terapeuta, paciente, se concentra en el hombro y en hacer ejercicios y repeticiones que no tienen que ver con su vida, que a su sistema nervioso le dan igual y además que le duele al hacerlo. El Sistema Central Nervioso siempre se rige por el nivel de supervivencia, éste puede medir la gravedad de lo que está ocurriendo, y ha aprendido por instinto y por experiencias a administrar las sustancias necesarias para provocar acciones y reacciones para que tú sobrevivas. Regresando al hombro, cuando no son por trauma (golpe) en la experiencia que tenemos en y’u®, que está cuantificada con pruebas clínicas, el 78 % de las personas que sufren de estos síntomas tienen como raíz o causa las caderas. Si sólo se trata el hombro, y se le ponen ejercicios para esto que además de ser dolorosos no son funcionales, puede ayudar también, hay pruebas clínicas de esto, por eso está ya aceptado (por federaciones y fundaciones que se acercan de manera científica a la verdad o el ser asertivos), sin embargo no se trata desde la causa, no se llama la atención del tejido conectivo para que tenga una mayor capacidad de comunicación por lo tanto de movimiento, y no se motiva a que estos patrones de movimiento se repitan 24 por 7, porque son gozosos, no sólo cuando se hacen los ejercicios, si no se convierten en una forma de vida.

Regresando al ejemplo del hombro, ¿cómo hacer para que el sistema realmente modifique lo que llevas dañando probablemente años, sin ni siquiera darte cuenta? Le tenemos que enseñar que vas a sobrevivir con mucha más probabilidad, tenemos que llamar su atención, hacerle saber que es óptimo. Al principio me rompí la cabeza, entendiendo cómo se lo podía comunicar al paciente y cómo su Sistema Central Nervioso nos iba a hacer caso a ambos. Y las matemáticas me han enseñado que no importa qué tan complejo puede ser o estar, la solución cuanto más simple sea, más llegamos a la raíz del problema.

Los personajes son mi fórmula simple, el “2 + 2 = 4”,  el personaje en tu mente, ya tiene símbolos y representaciones, y éste, por la personalidad que le di al crearlo la biomecánica y sus gestos, es integral cuando lo imitas y obtienes las emociones, las texturas, las situaciones de manera organizada, además de ser nuevo, lo que le encanta a tu cerebro. Para librarte de un dolor crónico debes de hacer que tu cuerpo esté más organizado e integrado, y esto no se logra solamente con un movimiento físico, se logra a través de las emociones, de lo satisfactorio, a través de atraer la atención de uno o varios sistemas a la vez (sistema respiratorio, linfático, nervioso, locomotor, etcétera). Ellos siempre han estado intercomunicados y aunque cada uno tiene sus funciones muy específicas, y en la historia de la medicina y otras ciencias nos han ayudado a llevar a las personas a una mejor calidad de vida y, además, a prolongar la vida misma.

*Creadora del método y’u® y autora de KidPilates®

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