En las redes sociales los emprendedores que acusan de fraude a la franquicia de Montoneras y su modelo de negocio de donas y bebidas, idearon un grupo para denunciar los engaños y amenazas que a muchos de ellos, ya les provocó la quiebra de su sucursal. La marca desarrollada por Busher Franquicias decidió la expansión hace dos años y medio, y presume que en el primero, ya lograba la venta de 202 unidades, todo un precedente en el giro. Hoy, en su portal, insiste que tiene presencia en 90% del territorio nacional, con un éxito en todos los sentidos.

Pero las críticas en el propio sector franquicias sobre este paso acelerado y desbocado de Montoneras son delicadas:

“Se hicieron de muy mala fama; jamás las recomendaría”, dijo el primer experto. Otro más, de plano, las calificó de pseudo franquicia y, un tercero, puso el dedo en el renglón. “Se extravió el compromiso de la marca con su franquiciatario o inversionista. Es el vender por vender y a la semana, pedir las regalías”.

En suelo queretano, el último capítulo magro para el negocio nacido en la ciudad de Monterrey. Se habilita una de sus tiendas de donas en la parte alta de una serie de locales comerciales congestionados y con ello, alejada de ese primer impulso que lleva al consumo de un postre. Era de elemental visión y estudio de mercado. Al cabo de meses, cerró.

Los emprendedores seducidos por una publicidad invasiva denuncian ganchos en una inversión que al final es superior y que no se recuperó cruzada la pandemia. “Sin moral, ni ética, se nos deja a la deriva, sin estrategias para sobrevivir y solo se nos amenaza con penalizaciones”, contó un afectado.

Pero Busher Franquicias no ceja y presume como franquicia de interés a Montoneras, en la propia portada de la web de la Asociación Mexicana de Franquicias. Propone una inversión aproximada de 115 mil pesos, entre equipo operativo y regalías. De que hoy, tienen 740 sucursales licenciadas. Los emprendedores fallidos afirman que su gasto se ha extendido hasta el medio millón de pesos y que al cierre de este año, muchos no reúnen el ingreso ni para el alquiler de su local.

Al no haber filtro alguno para otorgar membresías, la página web de la AMF se usa para presumir una especie de aval, al modelo de franquicia que ya pagó su afiliación. Se busca así sorprender la confianza del inversionista interesado en un negocio propio.

“Franquicias que te pueden interesar”, recomienda a mitad de su portada digital la Asociación Mexicana de Franquicias, y vendido el espacio, sobresalen tres banners publicitarios, uno con el propio esquema de negocio de Montoneras; otro más, con el del propio despacho que la desarrolló, Busher Franquicias y, un tercero, con el modelo que ahora empuja Busher Cocodril´s, de alitas de pollo.

En la óptica de expertos, capítulos como este en la industria de la franquicia terminan por desprestigiar a marcas que sí llevan a cabo un proceso de expansión cuidadoso, y se preguntan: ¿Cómo es posible que la AMF no se percate del mal proceder de uno de sus miembros?

lafranquiciaquebuscas@gmail.com

Google News