Me llama mucho la atención cómo es que en la actualidad impera la moda de consumir información en video a muy alta velocidad en las redes sociales. En un lapso de apenas unos pocos minutos, transitamos por una enorme diversidad de temas, que abordan un poco de todo y un mucho de nada, de tal suerte que te hacen creer que aprendes de todo lo que lees o ves, cuando en realidad, parte de lo publicado no procede de fuentes confiables y lo único que provoca es crear una falsa idea de mayor conocimiento.

Además, ante la intención de continuar ese aprendizaje de nuevas cosas, nos hace olvidar lo que recién vimos y nos quedamos con un acelere emocional que se convierte en adicción a esos medios. Mucha gente piensa que mientras más consuma e información, más adquirirá en favor de su cultura personal y su formación de criterio para opinar o inclusive tomar algunas decisiones. El producto final es lo equiparable a ser un  aprendiz de todo y oficial de nada, creyendo erróneamente que, como en la aviación, más horas de vuelo te dan una mayor experiencia que se transforma en oficio y dominio de la información.

Parece ser que esa realidad está dominando la formación cultural de las generaciones actuales y la manera de realizar muchas actividades para las mismas. Así se transforma la publicidad para vender y comprar bienes y servicios, modificando el impacto y el alcance de la oferta y demanda de la gran mayoría de satisfactores.

No obstante, también hay buenas noticias, el acceso a esquemas de educación y formación que enriquece los perfiles profesionales mediante múltiples opciones de acceso a espacios educativos, los cuales hace apenas unos años estaban totalmente fuera de nuestro alcance. De igual manera, cuando buscas aprender sobre cómo hacer, arreglar o instalar algo, hay tutoriales que te llevan de la mano sin la necesidad de buscar libros o instructivos complejos. Sin embargo, el profundizar en cualquier tema o aprendizaje, hace inevitable que se tenga que dedicar tiempo y ampliación de fuentes fidedignas de conocimiento sobre temas en particular.

La gran diferencia la sigue marcando el tiempo en el esfuerzo, dedicación y responsabilidad sobre lo que realmente debes y deseas aprender, obligándote a dejar a un lado esa novedad de sólo conocer muy aprisa  y al azar de todo un poco.

Es como en la anécdota del carnicero, al que alguna clientela le reclamaba que vendiera la carne con hueso y cobrara el peso de todo. Él, pacientemente les respondía que llevaban muchos años intentando criar al ganado vacuno sin hueso, pero que desafortunadamente las vacas se les desplomaban.

Así, la paciencia de aprender es la formación del hueso que sostiene nuestra formación en cualquier actividad, oficio, carrera técnica o profesional que se convierte en ese valioso patrimonio intangible que marca una diferencia en la vida para mucha más gente de la que podemos siquiera imaginar.

Sin duda, resulta muy tentador el consumir videos cortos en redes sociales que son el equivalente a la ingesta desmedida de alimentos que tan solo nos engordan sin los nutrientes necesarios, lo que nos lleva a pensar que también hay que llevar un buen régimen de dieta de información para tener un criterio más sano y una sociedad con mayor conciencia, en este mundo,  donde sigue creciendo este Querétaro nuevo que deseamos conservar.

@GerardoProal

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