Existen países que han prosperado en todos los ámbitos para mejorar la calidad de vida de su población, generando condiciones propicias para ello y sosteniendo políticas públicas que permiten la generación de riqueza y la creación de oportunidades para sus habitantes, lo que incluye de manera fundamental a la educación y la infraestructura educativa necesaria para el cabal cumplimiento del propósito, la formación del capital humano para construir una sociedad del conocimiento y participar activamente del desarrollo en Ciencia Tecnología e Innovación (CTI). Asimismo, lograr la mejor capacitación para el trabajo, oportunidades para que las personas accedan a empleos bien remunerados, a la creación de empresas, a la productividad, al fortalecimiento de la economía familiar y del propio país.

Evidentemente, la calidad de vida debe resultar accesible a toda la población y tiene diversas componentes para que exista a plenitud, estado de derecho, seguridad, salud, educación, vivienda, oportunidades de trabajo, medio ambiente e infraestructura en general.

Resulta esencial que los méritos en el trabajo se vean reflejados de manera tangible en el progreso de cada persona y de los colectivos de trabajo.

Para el desarrollo sostenible resulta fundamental el apoyo al sector privado y la participación del sector público, el gobierno debe dotar de las condiciones que garanticen la seguridad a las inversiones y a los inversionistas, estado de derecho, las regulaciones pertinentes, la protección del medio ambiente, la justicia social y la certeza jurídica, entre otros. El desarrollo en CTI es responsabilidad de ambos sectores, público y privado, resulta estratégico que el gobierno lo impulse y que se destine financiamiento, lo que incluye recursos a las instituciones de educación superior.

El combate a la pobreza en México se debe realizar en diversos frentes y el acceso a la educación de calidad es una de ellos. Se reitera, la educación de calidad es uno de los instrumentos más poderosos para reducir la pobreza y la desigualdad, así como para establecer las bases para un crecimiento económico sostenido. Una de las principales estrategias para que los países en vías de desarrollo logren prosperidad y abatir la pobreza, es invertir en su capital humano.

La formación del capital humano representa para los individuos una inversión en sus capacidades, los cuales al acrecentar su productividad también lo harán en sus ingresos económicos. Los niveles de productividad obedecen tanto al nivel de destrezas y educación, como de la tecnología.

La calidad de vida se puede apreciar analizando cinco componentes: salud, bienestar material, bienestar social, desarrollo (productividad y educación) así como bienestar emocional (pensamiento, autoestima).

En México, el combate a la pobreza necesita programas y estrategias sociales eficaces, pero también crecimiento económico, creación de empleos, educación, salud, seguridad, aumento de la productividad y de los ingresos; en la población se deben mejorar actitudes y asumir valores, como la honestidad, espíritu de superación y cultura del esfuerzo.

Tener muchos programas sociales no garantiza reducir la pobreza.

José Alfredo Zepeda Garrido

Ex Rector de la UAQ

zepeda@uaq.mx

jalfredozg@yahoo.com.mx

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