Desde hace poco más de quince días, algunos centros de salud públicos especializados en el combate del cáncer infantil se han encontrado en una parálisis parcial, derivada del desabasto de medicamentos para dar continuidad a la realización de quimioterapias a las que periódicamente se tienen que someter los menores de edad.

Si bien el IMSS ha liberado el préstamo de metotrexato, fármaco especializado para disminuir o detener el crecimiento de células cancerígenas que afectan pulmones, cabeza, cuello y senos, por sólo mencionar algunos usos, lo cierto es que se trata de una profunda problemática que afecta a cientos de familias mexicanas que están luchando contra una de las enfermedades más devastadoras, por lo que es necesario robustecer los esfuerzos desde las distintas instancias de la Administración Pública Federal, para regularizar la correcta distribución de medicamentos para los menores de edad. No es una cuestión menor, pues el metotrexato es un medicamento que es necesario para tratar 50% de los casos de cáncer en todo el país, siendo la columna vertebral para combatir esta enfermedad que se encuentra presente en muchos sectores de la sociedad.

Justo es señalar que el desabasto de medicamentos ha sido producto de una austeridad mal entendida, mal planeada y mal aplicada que ha afectado a niños con cáncer y a sus familias, pero también a doctores, enfermeros y expertos, quienes no cuentan con los recursos materiales para atender a sus pacientes. En otras palabras, la mal llamada austeridad que ha implementado el gobierno federal, ha puesto en crisis nuestro sistema de salud en México, exponiendo su inexperiencia y la falta de planeación.

Lo anterior ha desatado un legítimo movimiento entre los padres de familia de los pacientes, quienes han realizado manifestaciones en la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México para demandar al gobierno federal que se resuelva inmediatamente el desabasto de los medicamentos y para que sus seres queridos puedan continuar con el tratamiento. Sin embargo, el gobierno no ha sabido actuar con la sensibilidad que demanda este problema, quedando constatado en las declaraciones del secretario de Salud, Jorge Alcocer, quien declaró que ante este asunto “no hay ninguna urgencia médica”. Un tema que sin duda deberá ser revisado por los representantes populares ante los órganos parlamentarios y lo que abre la puerta a solicitar su comparecencia.

El gobierno de la República está obligado a actuar de manera pronta, expedita, responsable, pero con mucha sensibilidad, para que las niñas y niños que se encuentren en esta situación puedan contar con medicamentos para continuar con sus sesiones de quimioterapia y los ciclos de tratamiento. En este sentido, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos señala en su artículo 4o., párrafo octavo, que en todas las decisiones del Estado se velará y cumplirá con el principio del interés superior de la niñez, garantizando de manera plena sus derechos. Ello implica que los niños y niñas en el país, cuentan con la garantía de que el Estado se compromete con la satisfacción de las necesidades básicas de los infantes, como son la alimentación, salud, educación y sano esparcimiento para su desarrollo integral, los cuales fungen de igual manera como derechos de todos los seres humanos.

Las niñas y niños tienen derecho a ser atendidos de forma prioritaria por nuestras instituciones de salud pública, cuidando al futuro de México, que es su niñez.

Senador de la República. @manuelanorve

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