Lamentablemente el pasado martes el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, y ante los señalamientos de la Auditoria Superior de la Federación (ASF) en cuanto a que el costo económico de haber cancelado la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (Texcoco) había sido no menor a 331,000 millones de pesos, 231% superior a lo que el Gobierno Federal había reconocido, manifestó en su cuenta de twitter lo siguiente: “Revisamos el reporte de la ASF. En un primer análisis, cuando menos el 75 por ciento de lo reportado respecto a la cancelación del NAICM, es erróneo. Cometieron errores básicos de contabilidad financiera, algo sorprendente en una institución tan profesional como la ASF”.

Más allá de si el resultado de la auditoría es o no correcto, me parece que la denostación que hace el secretario de la ASF es reprobable ya que públicamente y como el mismo lo señala después de “un primer análisis” emite un juicio sumario: “cometieron errores básicos de contabilidad financiera”. Me parece que el comentario debió ser más mesurado más prudente. Insisto, independientemente de quien tenga la razón, los señalamientos alcanzaron tal nivel que o pierde la ASF y bien pierde el Sr Secretario, y pierda quien pierda perdemos las y los mexicanos.

Suponiendo que la ASF haya cometido un error básico de contabilidad entonces el señalamiento del secretario no le deja salida a la ASF que no sea el reconocer el error y con ello hacer trizas la credibilidad en una institución pilar del esquema de rendición de cuentas y por lo tanto del sostenimiento de la democracia.

Ahora suponiendo que la ASF esté en lo correcto, entonces quien cometió el error “básico de contabilidad financiera” sería el secretario de Hacienda, y pensar que tenemos un secretario así de incompetente simplemente es aterrador.

Independientemente de quién tenga la razón no tengo duda que quien tendrá que “recular” es la ASF ya que el Sr. Presidente nunca va a aceptar que su gobierno se equivocó. Ello obligará a la ASF a “tragar camote” y aceptar “ese error básico” y ello implicará que a partir de ahora los resultados de las auditorías estarán en duda. Duda que mina la confianza que debiéramos tener en los gobiernos para el sano desarrollo del país.

En suma, desgraciadamente el Sr. Secretario escupió para arriba y todos lo sentiremos.

Fuente de los Deseos: Ojalá que el ejemplo presidencial de emitir opiniones a la ligera no se difunda más entre sus colaboradores.

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