Además de Lech Walesa (Europa), existe otro presidente de su nació, que, de ser un extraordinario líder sindical, ahora llega por tercera ocasión a tan alto cargo, y me refiero a Luiz Inácio Lula da Silva presidente de la República Federativa de Brasil (Obvio, Latioamérica).

Lula da Silva nació en 1945 en una casa con piso de tierra en la zona semiárida del estado de Pernambuco. Sin luz, agua potable, baño ni zapatos, el niño tenía 7 años cuando sube en un camión y, cumpliendo la suerte de miles de otros brasileños, y fue hacia el sur-maravilla con su madre y hermanos, a fin de reencontrar al padre, que había partido semanas antes del nacimiento de Lula, en busca de una vida mejor lejos de la sequía y de la miseria. Instalado en el litoral de São Paulo, Lula empieza a trabajar desde niño, en el muelle de Santos, para ayudar con los gastos de la casa. Vendedor ambulante a los 8 años y lustrabotas a los 9, se vuelve ayudante de tintorería al inicio de la adolescencia, cuando se muda a São Paulo con la madre, ahora separada del padre, y los hermanos solteros. Concluye la primaria y, empleado en una metalúrgica a los 14 años, es admitido en el curso técnico de tornero mecánico del Servicio Nacional de Aprendizaje Industrial.

Brasil avanza y desarrolla, impulsada por el presidente Juscelino Kubitschek. La región del ABC, en la Gran São Paulo, se convierte en la más industrializada del país, atrayendo a algunas de las principales metalúrgicas del mundo, como las ensambladoras Scania y Volkswagen. Joven y fuerte, Lula es uno de los muchos migrantes nordestinos que se instalan en la línea de producción y hacen de la metalurgia su profesión. Tiene 17 años cuando pierde el dedo mínimo de la mano izquierda en un accidente de trabajo, en 1963, y 18 se produce el golpe militar, en 1964. El fin de las libertades democráticas, la diseminación de la censura y la instalación del aparato represivo coinciden con la retracción de la economía, acompañada de desempleo, abusos laborales e inflación. Lula es convencido por un hermano, militante del entonces clandestino Partido Comunista Brasileño, a frecuentar reuniones en el sindicato. Por primera vez, tiene contacto con las penurias de la clase trabajadora y aprende expresiones como devaluación salarial, carestía y fondo de huelga. Negociador habilidoso, lo invitan a ocupar una plaza de suplente en la dirección del sindicato en 1969, inicio de líder sindical. (Continuará)

Especialista en Derecho del Trabajo, 
Certificado por el Notariado de la Unión Europea. 
lopezaso@outlook.com

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