La decisión, anunciada al mediodía de ayer, por parte del titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Santiago Nieto Castillo, de que permanecerá al frente del organismo encargado de perseguir los delitos de cuello blanco, por lo que no contenderá por la candidatura de Morena al gobierno de Querétaro, generó diversas reacciones en su tierra natal.

De entrada, muchos panistas dieron un respiro; ellos realmente veían en el sanjuanense a un contendiente de mayor peso que, por ejemplo, el senador —de rebote— Juan José Jiménez Yáñez e incluso que el súper delegado, Gilberto Herrera Ruiz.

Mediante un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, Santiago Nieto Castillo reveló que la decisión la conversó con el mismísimo inquilino de Palacio.
“Acabo de conversar con el Presidente López Obrador. Acordamos que permanezca en la UIF. Sin duda hubiera sido honroso competir por la gubernatura de mi Estado”, publicó Nieto Castillo al mediodía del viernes.

El mensaje de inmediato comenzó a circular en grupos de mensajería electrónica, los medios locales nos apresuramos a publicar la información, en particular la parte en la que Nieto Castillo refirió que, tanto él como el inquilino de Palacio consideran que, en este momento, la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada es prioridad nacional.

“El Presidente siempre ha priorizado el bien general a cualquier aspiración personal, yo debo hacer lo propio”, señalo el sanjuanense. 
Hubo también una reacción en grupos de interés en Querétaro; entre la militancia morenista, en una de sus tantas facciones, la decisión de Nieto Castillo cayó como balde de agua fría.

Decía antes que en los panistas se vivió una suerte de alivio y de definición sobre las armas que podrán utilizar para la campaña venidera.

“Gilberto viene en picada, su derrota en la UAQ, el famoso robo de las computadoras; la poca presencia y su incapacidad de sumar a todos los morenistas, son factores a favor”, me dijo recientemente un panista reconocido cuando analizaba el panorama electoral local.

Otros estiman que si la candidatura recae sobre el senador —de rebote— Juan José Jiménez, entonces quiere decir que el gobierno federal ha decidido no pelear por Querétaro y enfocar sus baterías, en 2021, en otros frentes más importantes.

“La candidatura de Juan José (Jiménez) significaría la entrega de la plaza de parte del Presidente”, me dijo un morenista de raigambre en la izquierda desde hace años.

En fin, que la decisión de Nieto Castillo ha movido, sin duda, el panorama político local, pero todavía falta tiempo para ver lo que va a suceder.

Por lo pronto, donde todo parece estar decidido es en las filas panistas con Mauricio Kuri como el abanderado a la gubernatura y Luis Bernardo Nava en la búsqueda por la reelección.

En los otros frentes todo sigue pendiente.

A la hora de escribir estas líneas, todavía ni Gilberto Herrera Ruiz, ni el senador —de rebote— habían dado luz sobre si acatarían la instrucción del inquilino de Palacio de dimitir a sus cargos antes de que concluyera el mes de octubre.

Todavía les queda este sábado y seguramente uno de ellos dos, o quizás ambos, tomen la decisión y presenten, Gilberto su renuncia, y Jiménez su solicitud de licencia —acuérdese senador que los puestos de elección popular son IRRENUNCIABLES— para contender por algún cargo.

De suceder esto último; es decir Juan José Jiménez pida licencia al Senado (acuérdese senador que los puestos de elección popular son IRRENUNCIABLES), entonces

Querétaro se quedaría sin un senador, aunque eso, en los hechos, ha pasado desde que Jiménez Yáñez accedió a la curul —de chiripa—. Dijo

El último párrafo. En máximo una semana se concretará el relevo en la Secretaría de Gobierno del municipio de Querétaro, el movimiento significará un enroque de tres vertientes; acercamiento del Ejecutivo estatal con el municipio de Querétaro; la llegada de un panista de viejo cuño al CDE del PAN y un limar asperezas entre albiazules. Le va a ir bien a Tonatiuh Cervantes. No lo dudo.

Google News