Si un país no tuviera necesidad de usar gasolinas, diésel, kerosene, aceites lubricantes, gas licuado de petróleo, ceras, abrillantadores, petróleo combustible para barcos y procesos industriales, asfalto o parafinas para alumbrado y calefacción, no habría necesidad de discutir sobre refinerías. La cuestión es que no existe ningún país en el mundo que no tenga la necesidad de usar los productos antes señalados, todos productos de la refinación de petróleo.
Parece ser que México, con sólo seis refinerías, es el único país en el mundo en donde se hace un escándalo por la construcción de una nueva refinería o por la adquisición de otra.
Nadie hace escándalo en Estados Unidos por la construcción o la adquisición de una refinería y eso que cuentan con 135 refinerías. Tampoco sucede en Canadá, que cuenta con 17 refinerías. Mucho menos en China, con sus 28 refinerías o en la India con sus 23 refinerías. No en Japón con sus 29 refinerías, ni en Alemania con sus 14 refinerías, ni en Francia con sus 13 refinerías o en Italia con sus 16 refinerías o en Rusia con sus 30 refinerías. El escándalo por una refinería sólo se da en México.
Tampoco estamos hablando de mega refinerías. Tanto Dos Bocas como Deer Park tienen una capacidad para procesar 340 mil barriles diarios de petróleo. Nada del otro mundo, si pensamos que, a nivel internacional, existen más de 15 refinerías con capacidad de refinación superior a los 416 mil barriles diarios y seis que procesan lo que procesarán Dos Bocas y Deer Park juntas.
No habría ninguna necesidad de construir otra refinería o de adquirir una o varias más, si con las que tenemos cubriéramos nuestras necesidades como país. Pero resulta ser que no.
En los últimos 14 años se ha requerido un promedio de un 1.6 millones de barriles diarios de gasolinas y de diésel. En 2018 se consumieron un millón 446 barriles diarios, sin embargo, nuestras seis refinerías apenas producían 612 mil barriles por lo que en ese año se tuvieron que importar 834 mil barriles diarios. Este “chistecito” nos cuesta 600 mil millones de pesos anuales. Por lo que es verdaderamente ocioso discutir si se requieren o no nuevas refinerías. Si no las tenemos o el país se paraliza o tendrán que seguir saliendo de México cientos de miles de millones de pesos cada año, para adquirir productos que se deberían estar produciendo en nuestro país.
Presidente del Consejo Estatal de Morena
