Si o no algunas veces te gustaría poder tomar las decisiones de tu negocio con un volado o disparejo? Así la responsabilidad cae en el destino y no en ti.

¡Pues yo sí he sentido esto, y más de una vez! Existen materias completas, y libros, que te ayudan a la toma de decisiones utilizando diferentes procesos, y métodos; conociendo pros y contras, números, proyecciones, análisis FODA, etc, etc, etc. Pero la realidad es que muchas veces uno de los factores que mas influye es el famoso feeling o lo que sientas por cada una de las opciones que tengas. Algunas veces las decisiones difíciles no son únicamente las que involucran cambios drásticos en tu negocio, pueden ser sencillas pero que te causa algo de ruido tomarlas. ¿A quién contratar cuando estas entre dos candidatos que califican al puesto?, ¿Aceptar o no un nuevo proyecto?, ¿Qué hacer con alguna situación de un cliente? Dudas en el proceso de ser empresario puede haber muchas pero el chiste es tomarlas de la mejor manera para que siempre sientas paz al hacerlo. ¿Qué te recomiendo hacer?

Primero que nada y creo que es básico, conocer pros y contras de cada una de las decisiones. Escríbelo, recuerda que el efecto no es igual cuando lo tienes en tu mente o cuando lo pones en papel. Así lo tendrás más claro.  Incluso puedes hacer un pequeño análisis FODA en donde pones fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas de cada opción. Es hacer una pequeña radiografía para tener las bases que necesitas.

Para continuar con el proceso, debes de tener la mente lo más tranquilo que puedas. Si estás presionad@, estresad@ o enojad@. ¡Te aseguro la decisión no va a ser bien tomada!

Debes de conocer los efectos de cada decisión, “a toda acción corresponde una reacción” y tus decisiones no son la excepción. Quizá para mí algunas veces esto es lo que más me pesa a la hora de tomar una decisión. Pero es importantísimo conocer que puede pasar al elegir cada una de las opciones.

Personalmente, este paso a mí me funciona; sin embargo, siempre debes de tener claro que la decisión la tomarás tú. Ten un equipo “de confianza” amigos, familiares, asesores, algún coach, o incluso algunos de tu equipo de trabajo. Escucha su opinión y razones, qué decisión tomarían. Este paso es importante hacerlo cuando ya tengas la información suficiente para exponer la decisión de una manera objetiva y equilibrada.

Una vez que ya tengas la opinión de esas personas importantes para ti, conozcas que pasaría con cada opción, tengas claro los beneficios y los contras que tendrá la decisión. Busca un momento de tranquilidad, piensa en esa decisión que debes de tomar. Te aseguro que, para este momento, en el fondo tú ya tienes la respuesta, sólo es cosa de aceptarlo.  Muchas veces el miedo a equivocarnos hace que nos neguemos a tomar una decisión.

Piensa que siempre todo tiene solución, así es de que ser responsable pero no te queden inmóvil a las decisiones. Los cambios siempre traen cosas buenas.

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