Tuvo todo lo que una final requiere, y sin caer en el lugar común de que fue muy intensa, vimos la plenitud de los Tigres, el equipo que mejor domina el estilo de un entrenador, que sabe perfectamente bien cómo encarar este tipo de partidos.

Es sobresaliente cómo controla la pelota el equipo felino, cómo distribuye el juego y cómo marea al rival sin que pueda hacer uso de ella.

Y tuvo de todo porque un árbitro muy malo no se atrevió a expulsar a Enner Valencia en una acción evidente de violencia, pero sí lo hace con Vangioni en una jugada intrascendente en el mediocampo en la que el argentino pierde la cabeza.

Y cuando parecía que esto influiría para que Tigres se llevara una ventaja en los últimos cinco minutos del partido, viene el error mental de Hugo Ayala, que si no es por el berrinche de Antonio Mohamed, ni cuenta se hubiera dado de la jugada. El técnico del Monterrey le reclamó dentro del campo, en una evidente falta de reglamento y expulsión, que tampoco fue valorado por el silbante.

Y digo que tenía de todo esta final porque hasta agua nieve hubo, dejando un campo en condiciones indignas para una final, pero aún así, lo que hace Tuca Ferretti es estupendo, aunque no haya ganado el partido, sin duda fue una lección al Turco Mohamed.

Insisto, de todo hubo... desde la irresponsabilidad y descaro de tirar un penalti a la Panenka por parte de Valencia, que resultó la efervescencia máxima de la final, hasta un deja vu de Nahuel Guzmán, que parecía que en la misma portería, en un tiro de esquina, en el mismo lado en el que anotó hace seis meses Alan Pulido en una final, ante el error evidente del seleccionado argentino.

Qué bueno que este partido se pudo ver en dos plataformas de televisión abierta con tanta penetración. Porque inició sin tanta expectación y terminó hasta siendo trending topic en Twitter, de hecho, transmisiones en Facebook Live se colapsaron, lo que quiere decir que hubo una alta audiencia de la cual tendremos los resultados en las próximas horas y las daremos a conocer en las redes sociales.

Si no quiere fracasar de nueva cuenta con el Monterrey, Antonio Mohamed  tendrá que asumir un protagonismo en el campo e intentar atacar con mayor constancia, porque si el domingo se le ocurre tener cobardía como por momentos la tuvo, los Tigres ganarán fácilmente la final. Por eso, estamos ante la antesala de lo que tiene que ser un partido, ahora sí, mucho más abierto y explosivo.

El domingo todos los habitantes de Monterrey podrán ver sin costo la final, lo logró Jaime Rodríguez el Bronco, la pregunta es: ¿quién pagó por dicho evento? ¿de dónde salió el dinero? De la cartera del acaudalado gobernador y sector privado como dicen o de los recursos públicos, porque de haber salido de las arcas del gobierno, estoy seguro que tienen mayores necesidades que una transmisión de futbol.

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