La próxima semana el Senado de la República discutirá la iniciativa que plantea la implementación en México de la revocación de mandato, una promesa de campaña del hoy presidente, Andrés Manuel López Obrador, quien inicialmente pretendía que se realizara el mismo día de la elección intermedia; es decir, el primer domingo de julio de 2021.

La oposición afirmó que no consentiría en que esa pretensión presidencial se concretase pues equivaldría a que el titular del poder ejecutivo federal que hoy goza, todavía, de una gran popularidad en el país, se montara en la campaña y sirviera de portaaviones a la caballada de su partido.

Dicho en otras palabras, de aprobarse la consulta para la revocación de mandato como lo pretendía López Obrador, las campañas del 2021 estarían plagadas de la imagen de un presidente en funciones con todo lo que ello implica, lo que no ofrece un buen panorama, especialmente en una democracia en ciernes como la mexicana.

Además, la oposición afirmó que este ejercicio no era otra cosa que un primer ensayo con miras a una eventual reelección presidencial, previa modificación constitucional. Eso tampoco se veía bien.

Pero, ¿qué es la revocación de mandato?

En sentido estricto es el procedimiento mediante el cual los ciudadanos pueden destituir mediante una votación a un funcionario público antes de que expire el periodo para el cual fue elegido.

El término “revocar” tiene su origen en el latín “revocare” y hace referencia al acto unilateral que emana de una voluntad que se rectifica. De acuerdo al Diccionario de la Real Academia Española es: “dejar sin efecto una concesión, un mandato o una resolución”.

Además, el diccionario de la RAE entiende por mandato como el “encargo o representación que por la elección se confiere a los diputados, concejales, etc.

En términos legales, la revocación de mandato debe ser solicitada por los ciudadanos, mediante el cumplimiento de diversos requisitos.

El pasado 3 de octubre las comisiones de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos aprobaron el dictamen inicial de la revocación de mandato y que, en los hechos, quita al presidente de la República la posibilidad de convocar a la consulta para este tema y se la otorga, como debe ser, a los ciudadanos, con el 3% de los inscritos en la lista nominal del padrón, pero con una mayoría de 17 estados de la Federación.

Además, de acuerdo al dictamen que votará el Senado la próxima semana, la revocación sólo podrá ser convocada a partir de que el gobernante haya cumplido tres años y entre los 90 días posteriores.

Dicho en cristiano: en el caso del presidente López Obrador, la consulta sería después del 1 de diciembre de 2021 y hasta que concluya febrero de 2022.
Esto a López Obrador, como todo aquello que no se ajusta a sus deseos, no le gustó y tan no le gustó al tabasqueño que enfiló sus ataques a quienes no le quisieron cumplir el capricho.

En la conferencia mañanera de este viernes, AMLO calificó de antidemocráticos a los legisladores que se oponían a sus deseos.

“La verdad es que la oposición, en este caso… bueno, no voy a mencionar los partidos, pero, bueno, ahí se los dejo de tarea, no quieren la democracia participativa, son bien antidemocráticos, con todo respeto.

“¿Cómo no van a querer la revocación del mandato, si es una práctica fundamental de la democracia, si el pueblo pone y el pueblo quita?, ¿por qué tantos obstáculos?, ¿por qué tanta tardanza en aprobar que a mitad del sexenio se les pregunten a los mexicanos: quieres que siga el presidente o que renuncie?, ¿por qué se oponen a eso?”, cuestionó el titular del Ejecutivo federal.

Sin embargo, esas mismas preguntas se le podrían hacer a López Obrador, si como él mismo lo dijo, la revocación de mandato es una práctica fundamental de la democracia y si la naturaleza de la revocación de mandato dicta que la solicite la ciudadanía, ¿por qué quería ser él quien la convocara?

Preguntó López Obrador por qué realizar el ejercicio hasta la mitad de su mandato. Un servidor pregunta ¿Por qué no? A la mitad de un mandato ya se tiene más clara la capacidad o incapacidad de un gobernante para sacar adelante su responsabilidad. ¿Decidir antes no es apresurado, tanto para un lado como la el otro?

El Presidente se atascó, en este tema, con sus propios argumentos; evidencia, una vez más, su intolerancia a todo lo que no vaya de acuerdo a sus designios; le incomoda que las cosas no salgan como él quiere, como las planeó. ¡Les digo!

El último párrafo. Este próximo lunes 7 de octubre serán presentados, por parte de la presidencia municipal de Querétaro los foros de consulta ciudadana para la construcción de nuevas ciclovías y, una vez concluidos éstos, serán presentadas las famosas bicicletas eléctricas. Parece que, en este tema, en las oficinas del Centro Cívico, las cosas llevan un orden adecuado; veremos cómo se desarrolla el tema. Digo.

Google News