El aumento en las cifras de contagios confirmados diariamente a causa del virus SARS Cov2 en México y países europeos del hemisferio norte, a causa de la época de enfermedades e infecciones respiratorias, ha provocado que usuarios de redes sociodigitales, “periodistas” y conductores de medios “piensen” que tienen conocimiento y experiencia en Epidemiología o o que son autoridad para exigir renuncias, calificar de “ineptos” a servidores públicos, hacer juicios o evaluaciones de la respuesta frente a la pandemia.

Es el fenómeno de “epidemiólogos de ocasión”, propio de varios momentos de la pandemia. Ni medios de comunicación, periodistas, conductores de televisión, ni tampoco usuarios de Facebook o Twitter son los más indicados para evaluar el “éxito” o “fracaso” de las decisiones de la autoridad para responder frente a la pandemia. Tampoco para hablar de “ineptitud” en Epidemiología o Medicina.

El artículo “Ranking the effectiveness of worldwide COVID-19 government interventions”, publicado por 8 especialistas en el journal científico “Nature Human Behaviour”, el 16 de noviembre de 2020, explica y propone distintas medidas de intervención para mitigar el avance del virus SARS Cov2.

De acuerdo con un ranking con más de 25 medidas que se pueden identificar y evaluar (cada una tiene un puntaje propuesto), “educar y comunicar activamente con la población”, incrementar la capacidad hospitalaria y el equipamiento, aumentar el personal médico para atención de pacientes con el virus, más el distanciamiento social, son más importantes que el número y la capacidad de realizar pruebas (“test”). Contrario a la narrativa de un sector de la oposición y voces en diversos medios de comunicación de México, tiene más importancia cada una de las medidas señaladas, por encima de la aplicación de “pruebas, pruebas, pruebas”.

Antes de dirigir recursos al “rastreo de casos” o priorizarlo, vale más la pena intervenir y enfatizar mensajes para reducir la movilidad social en el espacio público, posible confinamiento, medidas de protección comunitaria o el distanciamiento social. Por otro lado, Dalia Stern y Martín Lajous, investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), afirman que los datos abiertos de vigilancia epidemiológica de Covid-19 “han sido de gran utilidad” para “describir la progresión de la pandemia” en México y que las autoridades sanitarias adopten y anuncien medidas.

El artículo “Sobre el uso y mal uso de los datos abiertos de covid-19”, publicado en “Nexos” en diciembre de 2020, señala ventajas de los datos que arrojó la “Jornada Nacional de Sana Distancia” en México (marzo, abril y mayo de 2020).

Para quienes dicen que el “quédate en casa” “no sirvió” o estuvo “fuera de tiempo”, los investigadores responden: “estos datos permitieron identificar el papel preponderante de los adolescentes y adultos jóvenes en la propagación de SARS Cov-2”. Además, se convirtió en “una de las herramientas fundamentales para la comunicación de riesgo que busca favorecer la adherencia a las medidas de mitigación en la población”.

No hay que perder de vista el contexto y la perspectiva: México no es el único país del mundo que registrado mil muertes o más, diarias, a causa de Covid-19, por tres o más días consecutivos, en últimas tres semanas. Las poblaciones de Alemania y Reino Unido también lo han sufrido, y en el caso de este último, es muy probable que supere 100 mil muertes confirmadas por Covid-19 en días, cifra que ya sobrepasaron Estados Unidos, Brasil, India y México.

Por cuestión de espacio, dejamos el análisis de otras fuentes para próximo escrito.

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