El pasado primero de septiembre, el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, presentó su cuarto informe de gobierno. Una vez más, se trató de un acto austero, muy lejano de la parafernalia y del besamanos al que nos tenían acostumbrados los gobiernos neoliberales. Acto llevado a cabo en palacio nacional y que duró menos de una hora.

Una de las cuestiones que más contrastan con el actuar de los gobiernos neoliberales es a quién se dirigen los apoyos centrales. En el caso del neoliberalismo se favorecía a los más ricos, mientras que en el gobierno de la 4T se ha puesto el acento en aquel eslogan de la campaña presidencial de AMLO, en 2006: “Por el bien de todos, primero los pobres”.

Es así como la cancelación de la condonación de impuestos ha alcanzado un billón 700 mil millones de pesos. Una cantidad enorme que ahora ingresa a las arcas públicas. Recordemos que, en la oscura noche neoliberal en México, los “machuchones” evadían impuestos por más de 200 mil millones de pesos anuales, el equivalente a los presupuestos de Ciudad de México o del Estado de México.

Otra cuestión relevante es el haber puesto fin al derroche de la alta burocracia política mediante la llamada “austeridad republicana”, gracias a la cual se han ahorrado más de 300 mil millones de pesos.

El gobierno de Peña Nieto dejó una paridad peso-dólar, del orden de los 20.35 pesos por dólar. El promedio de dicha paridad, desde la llegada del gobierno de la 4T (1 de diciembre de 2018), es de 20.33 pesos por dólar. Es decir, a diferencia de los gobiernos anteriores, no ha habido devaluación. Y hay que recordar que en el sexenio de Peña Nieto el peso se devaluó seis pesos.

Otra cosa notable es que se acabaron los gasolinazos. Aquellos aumentos mensuales en el precio de la gasolina usando como pretexto el aumento o la disminución del precio del petróleo a nivel internacional. Cuando se fue Peña Nieto, el litro de gasolina Magna (la más usada en el país) era de 20.02 pesos. El año pasado el promedio del precio de dicha gasolina fue de 20.78 pesos. Es decir, apenas 76 centavos más por litro. Y hay que recordar que en el sexenio de Peña Nieto el precio de dicha gasolina aumentó 9.21 pesos por litro, un gran aumento del 85 por ciento, comparado con un aumento de apenas el cuatro por ciento entre 2019 y 2021.

A pesar de haber sido un informe corto, hay mucho por decir acerca de los notables avances en menos de cuatro años de un gobierno que actúa con una lógica nacionalista y colectiva y no una neoliberal.

Académico de la UAQ. anbapu05@yahoo.com.mx

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