Sale usted de una fiesta a las dos de la mañana. Tiene que cruzar la ciudad para llegar a su casa. No tiene coche, no tiene aventón y ya cerró el Metro. Le quedan dos alternativas: tomar un taxi o pedir un vehículo con conductor mediante una aplicación en el teléfono ¿Cuál elige? ¿Cuál lo haría sentir más seguro? Para responder ese tipo de preguntas, GEA Grupo de Economistas y Asociados —empresa de la que soy socio— junto con Investigaciones Sociales Aplicadas (ISA) realizó un estudio de los procesos de toma de decisión de usuarios de transporte privado con conductor en la Ciudad de México. La investigación fue comisionada por la empresa de movilidad Didi, pero esta no le movió ni una coma ni un punto a los resultados.

El estudio tuvo dos partes: 1) una encuesta telefónica (a números fijos y móviles con el prefijo 55), con 1763 casos en muestra, levantada en la segunda quincena de junio de 2019, y 2) ocho grupos de enfoque, realizados en el mismo periodo (tres con usuarios de taxi, tres con usuarios de apps, uno con taxistas y uno con socios conductores de plataformas de movilidad).

Los resultados son sumamente interesantes:

El uso de transporte privado con conductor es un fenómeno amplio en la zona metropolitana de la Ciudad de México: ocho de cada diez encuestados afirmaron haber utilizado un taxi o un servicio de transporte privado vía app en al menos una ocasión en los tres meses previos al levantamiento de la encuesta.

El número de personas que solo usa taxis se ubica en 23% del total. Aproximadamente una quinta parte solo usa apps y 40% usa ambos.

Los participantes en los grupos de enfoque señalaron que la seguridad era el factor determinante en la decisión entre tomar un taxi y solicitar un vehículo vía app. El peso de la seguridad en la toma de decisiones crece en las noches y en viajes largos.

La brecha en la percepción de seguridad entre usuarios de taxis y usuarios de servicios de transporte por app es notable. Entre los primeros, 52% afirman sentirse seguros en sus trayectos. Entre los segundos, el dato comparable es 91%.

Al preguntarle al segmento que usa ambos tipos de servicios sobre su percepción comparada, la brecha se amplía: 73% declaró sentirse más seguro en un servicio via app contra 7% que afirmó sentirse más seguro en un taxi.

Esa percepción no parece estar asociada a las funciones de seguridad que ofrecen las apps. De hecho, solo tres de cada diez usuarios saben de su existencia: 22% sabe que es posible compartir el itinerario con un tercero, 12% sabe que es posible obtener información del conductor, 11% sabe que existe un botón de pánico y apenas 2% está enterado de que está cubierto durante el trayecto por una póliza de seguro.

La percepción de seguridad también puede estar influida por otras características de las distintas modalidades de transporte. Por ejemplo, 88% de los usuarios de transporte por apps consideran que el conductor usa la ruta más corta y barata. Sólo 67% de los usuarios de taxis tradicionales opinan lo mismo. Otro ejemplo: 94% de los usuarios de transporte por app considera que el vehículo está en buenas condiciones contra 41% entre los usuarios de taxis tradicionales.

En conclusión, los usuarios se sienten claramente más seguros (y por un buen margen) en un servicio de transporte por app que en un taxi tradicional. Si bien ese hecho no es lo único que cuenta en la determinación de reglas para las distintas modalidades de transporte, sí debería de ser una consideración importante. No es tema menor poder viajar en la ciudad sin estar atosigado por el miedo.

alejandrohope@outlook.com
@ahope71

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