“Los ideales que iluminan mi camino, una y otra vez me han dado coraje para enfrentar la vida con alegría y han sido: amabilidad, belleza y verdad. Albert Einstein. (1879-1955). Científico alemán nacionalizado estadounidense.

¡Un amable saludo pletórico de alegría y buenos deseos para ustedes, para mí, mi familia, su familia y el mundo entero!

Hoy, me acerco a ustedes transmitiendo como decía el genio Einstein, la crema y nata de esta vida que nos tocó vivir y jugar, es decir, la amabilidad cuyo resultado es una sonrisa y una voz cálida, la belleza que deleita la pupila no sólo del ojo sino también del alma y la verdad que nos eleva a lograr mejores objetivos.

Por ello, intitulé hoy mi aportación con la mención de la responsabilidad social.

Resulta que hace no mucho tiempo, sino todo lo contrario, me encontraba haciendo un estudio acerca de las relaciones públicas y la mercadotecnia de las empresas. Ahí se mencionaba que para que la imagen de una corporación sea más respetada y reconocida, el departamento de relaciones públicas de la misma debería siempre andar a la procura de fomentar la responsabilidad social por medio de apoyo a organizaciones altruistas, fomentando el servicio social y marcando un antes y un después para educar a la sociedad. Una de tantas referencias la comparto, se encuentra en el libro cuya bibliografía es la siguiente: Stanto, Etzel y Walker (2007). Fundamentos de Marketing. México. McGrawHill.

Y ese es uno de tantos textos que deja muy claro no sólo entrever sino ver claramente que la mejor apuesta es  que las empresas coadyuven en educar a sus colaboradores en este sentido.

Me pareció importante compartir con ustedes los datos que arroja el programa de investigación Global Leadership and Organizational Behavior Effectiveness (GLOBE), el cual es un programa continuo de investigación intercultural de liderazgo y cultura nacional. Mediante datos aportados por más de 17 mil gerentes en activo en 62 sociedades de todo el mundo, el equipo de investigación GLOBE, liderado por Robert House ha identificado nueve dimensiones donde las culturas nacionales difieren, pero a la vez las une el reto de ser mejores.

A continuación expongo los mencionados puntos y me permito exhortar amablemente a que si detectamos que no de ellos lo hemos ido soslayando, es momento de ponerlo en prioridades: asertividad, equidad de género, evasión de la incertidumbre, distancia del poder, individualismo/colectivismo, colectivismo dentro del grupo, orientación hacia el desempeño, orientación humana.

Siempre es interesante y un hermoso desafío poder establecer contacto con datos duros, verídicos y oportunos que nos reorienten cuando tenemos el poder de influir en más personas a través de nuestra gerencia, dirección o presidencia en una empresa.

Espero haber aportado alegría y motivaciones a su sábado y espero me sigan la próxima semana. ¡Hasta siempre!

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